Amadeo Salvo y Aurelio Martínez visitarán el estadio de Cortes con más firmas interesadas en buscar inversores para retomar las obras
C. V. | VALENCIA..-
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El Valencia ha propuesto crear una gran área deportiva en la zona del futuro estadio destinada a hoteles y comercios. Esta fue una de las ideas plasmadas en la primera reunión que mantuvieron el lunes Amadeo Salvo y Aurelio Martínez con técnicos de una de las firmas interesadas en buscar inversores para acabar el nuevo Mestalla. Los responsables de esta unión de empresas visitaron las obras paralizadas desde 2009. El presidente del club y de la Fundación entienden que en la zona ya hay suficientes recintos hosteleros y parques comerciales, por lo que entienden que su propuesta podría resultar atractiva para los inversores.
Allí precisamente, en las tripas de esta descomunal mole de cemento, tanto el presidente del Valencia como el de la Fundación trataron de dar el primer paso al proyecto más ambicioso y definitivo que hay en estos momentos sobre la mesa. El Valencia necesita sí o sí desatascar de una vez por todas el freno de mano que tiene puesto esta construcción desde febrero de 2009. De ahí que cualquier idea que surja que pueda añadir cierto atractivo a esta parcela, se mete en el saco. Cuanto más apetecible, más dinero se podrá sacar a cambio.
Si Valencia hoy en día está sobresaturada de hoteles y apostar decididamente por una gran área comercial puede tener algún riesgo, se ha pensado en una línea diferente. Esa gran área deportiva que se planteó podría albergar perfectamente desde zonas de ocio relacionadas con la actividad física hasta cómodas instalaciones para desarrollar algunas modalidades urbanas. Es más, se ha planteado incluso acoger hasta un centro médico deportivo.
Hay que recordar la particular pugna que desde hace tiempo está abierta con los vecinos de Benicalap, que reclamaban tanto al Ayuntamiento como al propio Valencia que en esa área comercial, hubiera espacio destinado a algún tipo de instalación deportiva: desde un pabellón hasta una piscina cubierta. Esta cuestión, fruto de cierta polémica, quedó en el aire porque el Valencia nunca convenció a todos.
Desde luego, es sólo una propuesta que, ni mucho menos, se considera como fundamental. Sobre todo porque tal y como están las cosas, el Valencia no está tampoco en disposición de exigir muchas cosas. Al fin y al cabo, serán las empresas aspirantes las que vayan moldeando y acabando de perfilar la fórmula más rentable para explotar toda el área comprendida junto al estadio. De momento, de esta primera toma de contacto que tuvieron los dos dirigentes valencianistas se desprende la sensación de que es posible ir cumpliendo los plazos que en su día anunció Aurelio Martínez.
Antes de Navidad se quieren tener ya encima de la mesa el ramillete de favoritos. Para ese concurso público que pretende llevar a cabo Amadeo Salvo -es su deseo de dotar al asunto de la mayor de las transparencias-, el Valencia debe imponer lógicamente un mínimo de condiciones y requisitos. Es más, para saber con total seguridad qué terreno se pisa, la idea es encargar, posiblemente a la misma empresa que está haciendo la 'due diligence' (KPMG), una valoración y posterior selección de todos los proyectos.
No sólo se trata de dar el punto final al nuevo Mestalla con el diseño definitivo, sino ver qué se ofrece para la explotación del área comercial y cuántos beneficios pueda reportar. Es ahí donde surge esta tentativa lanzada el lunes.
De momento, se abre ahora el camino y en la agenda de Salvo figuras nuevas reuniones en próximas fechas con más empresas interesadas en diseñar la zona terciaria ideal.
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