VICENTE FUSTER | VALENCIA..-
Mientras el Valencia perfila planes de viabilidad en busca de un inversor para retomar las obras del nuevo Mestalla, el actual estadio tendrá una 'capa de pintura' para mejorarlo hasta que se complete la deseada transición. El club va a realizar este verano unas mejoras que conllevarán un cambio de 'look' del histórico feudo: con la demolición de San Mamés es el más antiguo de Primera.
El objetivo de dichas reformas no es otro que proporcionar la próxima temporada una mayor comodidad a los aficionados, en los que serán los años de despedida del actual Mestalla. Las obras que se realizarán engloban más allá de las periódicas mejoras habituales en las áreas de fontanería y electricidad.
A partir de la temporada que viene, el videomarcador será sustituido por uno nuevo de tecnología LED, con una pantalla de más de 50 metros cuadrados que ofrecerá a la afición una calidad de imagen mucho más nítida.
No será la única modificación. Por otro lado están las gradas, que van a registrar un transformación de su imagen con un diseño basado en la combinación de colores de las 52.000 butacas. A estas alteraciones se le suma la remodelación que se hará a la fachada situada en la Avenida de Suecia. En su parte superior, se pretende que haya una rehabilitación. Esta acción culminará las dos variaciones realizadas anteriormente en las plantas intermedias.
Por último, las instalaciones interiores como los vestuarios también van a ser acondicionadas. Todas estas reformas serán la novedades que se apreciarán la temporada que viene en el recorrido de un renovado 'Tour de Mestalla'.
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