PERFIL ALTERNATIVO DEL NUEVO MANDATARIO EN EL CLUB DE MESTALLA
EUGENIO VIÑAS (Texto y fotos). HOY El nuevo presidente del Valencia CF quiere conciliar a los pequeños accionistas, socios y aficionados con un club que ha ido deterioando su imagen en su entorno más inmediato y quiere romper con el pasado reciente
VALENCIA.
El máximo accionista del Valencia CF, conformado por los patronos que 'propuso' la Generalitat tras tener que hacer frente con las arcas públicas al impago de su crédito, eligió ayer un consejo de corte tecnócrata con un hombre al frente: Amadeo Salvo. El ya presidente del Valencia CF también es empresario, y de éxito. Su empresa, Power Electronics fabrica electrónica de potencia, aunque para los valencianos es más conocida por su patrocinio a Valencia Basket o al actual equipo de Jorge Martínez Aspar en el Mundial de Motociclismo. Unas inversiones que dan muestra de su potencial a nivel internacional.
Sin embargo, Amadeo Salvo también ha sido hasta ahora el presidente de las Escuelas de Fútbol San José, populares en la ciudad de Valencia. Su conocimiento del deporte desde dentro le llega de pequeñito, ya que su padre le lleva a ver jugar a Mario Alberto Kempes -su ídolo de la infancia- a Mestalla. Él continúa su afición al fútbol de corto llegando a jugar en Tercera División con el Alaquàs. Por aquel entonces, el presidente del club de l'Horta Sud era Jaume Ortí, el mismo que ayer quiso reconciliarle con Vicente Andreu.
En el abrazo a Andreu (en la foto superior), que se puede revisar en este vídeo de VCF PLAY, Salvo acepta de buen grado el lance, pero en cuanto puede parece recriminarle a Andreu algo. Las personas que han tratado con el en la Fundación VCF y su entorno destacan su carisma: una personalidad fuerte desde el punto de vista ambicioso y es que el nuevo presidente del Valencia cree en lo que hace. Tanto es así que ayer, un sinfín de accionistas que pidieron el turno de palabra confiaron en su proyecto por el componente de ilusión y, en buena medida, por la convicción con la que ha sido expuesta.
El carisma de sus exposiciones es otro de los factores que cuentan a la hora de pedir la voz, algo a lo que irá acostumbrándose prácticamente cada día desde que ha aceptado el cargo. El nuevo presidente del Valencia, además, tiene una especial facilidad para aprender rápidamente de su entorno. Lo ha hecho especialmente bien con la prensa, a la que a veces ha dado más la sensación de escuchar que de querer convencer. A través de los empleados y los medios, a menudo en conversaciones privadas, ha aprendido qué sucede en el club en poco más de dos meses y tiene, seguramente, una de las visiones más amplias de la situación en todas las áreas y niveles.
Para afrontar los graves problemas económicos objetivamente que tiene el club, una vez conocidas estas áreas y carencias, Salvo ha seguido apostando por un perfil especialmente técnico. A destacar ayer fueron los abrazos que se dio una vez elegido como presidente del club, de entre los que podríamos destacar los que recibió de Mónica Escamilla, Manuel Peris y Juan Cruz Sol.
Este último deja entrever, además, una de las obsesiones de Amadeo Salvo para el nuevo Valencia: ser especialmente sensible con su historia. Sol es uno de los hombres que quería tener cerca, pero también Kempes al que tratará de hacer regresar a Valencia -actualmente es comentarista de fútbol en Estados Unidos para el canal ESPN- y puede que el argentino no sea el único jugador mítico que vuelva al organigrama del club.
Honrar y dar uso, porque Francisco Rufete también vuelve al club, pero a hacerse cargo de la cantera. Igual que Djukic, otro exjugador y pieza clave en el último gran Valencia, estará como entrenador al frente de la primera plantilla. Porque Amadeo Salvo parece que en el terreno deportivo exige compromiso y experiencia, tal y como certifican sus compañeros de viaje a la cabeza del consejo para resolver problemas económico-financieros, urbanísticos y para la mejor comercialización e internacionalización de la marca VCF.
Refrendado desde ayer por la junta general extraordinaria de accionistas, la principal característica del proyecto de Salvo es la ruptura con el pasado más reciente. Pese a que han llenado de paños calientes la parte posterior a cada intervención, Salvo y Aurelio Martínez no han dejado de mostar las graves diferencias en la explotación económica del club en comparación con otras sociedades europeas y españolas.
Sin embargo, Salvo pretende ser especialmente cuidadoso con los iconos deportivos del pasado, como ya hemos apuntado, y con los sectores más débiles de la cadena que sostiena al club. "Yo soy pequeño accionista, como vosotros", declaró ayer un Amadeo Salvo que quiere recuperar la unificación de peñas, ganar masa social haciendo al equipo mucho más cercano y presente en los ámbitos de la ciudad y, sobre todo, que Valencia y el club se conviertan en una simbiosis de rédito en marketing e imagen de marca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario