Desde que apareció Roig, a Llorente se le ha acabado la paz social. Hasta alza la voz el siempre comedido Ortí
C. VALLDECABRES | VALENCIA..-
A Manuel Llorente se le ha atragantado la Navidad. Con lo tranquilitos que socialmente han estado el presidente y su consejo desde junio de 2009 y en apenas mes y medio todo se ha puesto patas arriba. Desde la última Junta, que coincidió además con la reaparición de Paco Roig, el devenir de Llorente se ha convertido en un camino lleno de púas. Hasta el expresidente Jaime Ortí, que siempre se ha caracterizado por su complacencia verbal, se ha convertido en un duro crítico.
Le ha pasado al actual presidente justo lo contrario de lo que venían presumiendo él y sus colaboradores. De la paz social, lema esgrimido en diversas ocasiones, queda ya bien poco. Dos expresidentes -cada uno a su manera y sin conexiones de ningún tipo- se han destapado como las voces más ácidas; se ha vuelto a guerrear tanto en las asambleas como en los tribunales; Mestalla se ha puesto en pie de guerra tanto dentro como en la calle; han vuelto a aparecer las pancartas de quita y pon; la Fundación ha perdido definitivamente el 'juicio popular', y aunque aparentemente no lo parece, el consejo se ha tensionado.
El último episodio vivido agitó de manera incomprensible el rigor que suele existir en el palco y tuvo como protagonistas a un sorprendido Ortí, a la esposa de Llorente y a José Luis Soler, uno de los patronos de libre designación de la Fundación.
La postura ácida de Ortí después de las palabras de Llorente en las que se atribuía indirectamente los logros de años pasados han devuelto a la escena a un expresidente que popularmente sigue siendo muy querido. «A mí no me va a callar nadie, ni la mujer de Llorente ni José Luis Soler, una persona que se permite el lujo además de amenazar físicamente a Jordi Bruixola. Ahora más que nunca es cuando tengo que ir a ayudar al equipo. ¡Claro que iré!».
Cuentan algunos testigos que Jaime Ortí y Llorente se dieron fríamente la mano cuando se vieron antes del partido en el palco. Hubo ya un espinoso intercambio de saludo. «Muy mal Jaime», «muy mal Manolo», se dijeron.
Ortí es claro en su posición: «Llorente no merece ser presidente. Lo más irregular del mundo es pagar los dos años de contrato a Pellegrino. Presume de saber mucho de economía, por un sitio aprieta pero por otro lo regala a su círculo de amigos y no sólo en el caso del entrenador, también a Javier Gómez. La gente se tiene que dar cuenta de lo que pasa, ya está bien que nos tomen el pelo».
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-12-23/polvorin-llamado-mestalla-20121223.html
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