UN VALENCIA SIN PEGADA

Tocó la de arena. Habrá que esperar otra ocasión para ver un Valencia más parecido al de Hannover o Marsella, que enganche un poquito y haga que el público disfrute durante sus partidos. Ayer no fue el conjunto dinámico y con ideas que vimos días antes. Le faltó creatividad, lucidez de medio campo hacia adelante, lo que permitió a portero y defensores ingleses no sufrir apenas sobresaltos. El mayor desgaste para los de Emery estuvo en la medular y en la zaga, parcelas en las que hay todavía bastante por hacer.

Esta vez no hubo ideas. Se echó de menos a Joaquín, a Pablo y a Soldado. Y a otros compañeros llamados a ser titulares durante la temporada. A Bruno, Miguel o Navarro. Fue un bloque demasiado espeso que, a medida que avanzó el reloj y faltó fuelle, se vio superado con meridiana claridad por un Aston Villa a un nivel superior en lo físico. Y el travesaño acabó por salvarlo de la derrota, tras un lanzamiento a balón parado de Downing, cuando se cumplía el tiempo.

El primer periodo no fue bueno. Y ante tanta racanería ofensiva hubo que fijarse en otros detalles para extraer algunas conclusiones. Emery tomó buena nota. De entrada, hizo jugar en el medio centro a una pareja inédita esta pretemporada: Albelda-Fernandes, que pasaron la prueba con buena nota. El valenciano, a lo suyo, incluso colaboró a la hora de desplazar el balón mirando hacia adelante. El portugués sigue creciendo y da la sensación de que gana en confianza en cada comparecencia. Se le ve a gusto cuando tiene el balón en los pies; lo para, controla, amaga, avanza, desplaza. Gana en jerarquía.

La pena fue que, de medio campo hacia adelante, el Valencia fue timorato, le costó demasiado estirarse, ir en busca del portal inglés, a pesar de los intentos de hacer jugada de Isco, al que bien se le puede aplicar lo dicho para Fernandes. Es otro de los que se está mostrando y pidiendo con hechos a su entrenador que cuente con él. El chaval se muestra con un descaro impropio de la edad y un aplomo nada acorde con las categorías en las que ha jugado hasta ahora. Si a ello se une sus buenas condiciones, garra, visión y calidad, es sencillo deducir que hay un futbolista de rango en él.

Sensaciones positivas dejó también Ricardo Costa, un central de magnífico físico que, por momentos, en determinadas acciones, recuerda mucho a Roberto Fabián Ayala. Se le ve ágil, fino, contundente cuando lo exige el guión, atento a los cruces y va bien por alto. Alternó con Maduro la marca del gigantón John Carew que ganó casi siempre la pelea por alto.


Sin esquinas
Lástima que las bandas, ayer, apenas existieron. Tan solo en el tramo final de este primer acto, cuando Vicente y Mathieu se hicieron el ánimo y forzaron un par de centros y saques de esquina que acabaron en nada. El de Benicalap, como le ocurrió a Feghouli en la derecha, se dedicó más a tratar de ayudar en medio campo y, arrancando metros atrás, nunca consiguieron el objetivo perseguido. De ahí que el Valencia no creara una sola oportunidad de gol ante la portería local.

Los villanos de Villa Park, por su parte, tampoco basan su fútbol en exquisiteces, como es conocido. Es fútbol inglés. Con todo y con eso, pudieron adelantarse en el marcador en un par de acciones. La más clara, la primera, a pies de Downing que, ante las barbas de César, lanzó fuera cuando lo fácil era alojar el balón en la red. Después, rebasada la media hora, Young repitió acción con idéntica suerte. De ahí, al descanso.

Después, pocas variaciones. De salida apretaron los de casa para dar trabajo, por alto casi siempre, a César, que disfrutó recordando su etapa en el fútbol británico. Tuvo que emplearse a fondo con los contínuos balones al área. Fernandes dio la réplica en un disparo con la zurda que acabó en córner y, a partir de ahí, comenzó el baile de cambios en un Aston Villa que mira ya fijamente a su primer compromiso oficial en la Premier.

En el Valencia, Iván Rubio entró en el campo para reemplazar a Isco -se fue renqueante- y tuvo la oportunidad de jugar en el centro del campo tras sacrificarse toda la pretemporada en el lateral derecho. Los de Emery acumularon más minutos en busca de seguir mejorando en el aspecto físico y también en conceptos defensivos, en los que todavía se deja bastante que desear, en especial en los laterales. Para tratar de poner remedio, ayer se estrenó Bruno, disputando sus primeros trece minutos de la temporada. Hoy, otro ensayo, de mayor fuste, con una alineación diferente.

http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-08-07/valencia-pegada-20100807.html