Arropado por su excelente repertorio atacante, en el que destacó la aportación mágica de Silva, autor de una asistencia y de un gol, el Valencia se reencontró con la victoria ante el Almería después de una sequía de tres partidos sin triunfos. Los tres puntos llegan, además, en un momento muy propicio, por los tropiezos en la jornada de sus más inmediatos perseguidores, salvo el Mallorca, en la lucha por una tercera plaza a la que los blanquinegros se agarran con más fuerza. Y también con más argumentos. El Valencia, pese a las numerosas bajas que arrastraba en defensa, realizó un partido muy serio y convincente, en todas sus líneas.
El equipo mostró por momentos las dos caras de una misma moneda. Arriba el equipo era un martillo que golpeaba una y otra vez al Almería, mientras que la cruz era la defensa, muy castigada por las múltiples ausencias. Aún así, la actuación del líbero Fernandes y de Lillo de inicio, y de Jordi Alba tras el descanso fue más que correcta.Fernandes no perdió la posición y se compenetró de manera óptima con Dealbert. Anularon a Goitom y sólo Piatti desequilibró.
Con la retaguardia tan debilitada, el Valencia pensó, como reza el dicho, que la mejor defensa era un buen ataque. Conservar la posesión y mantener la pelota todo lo lejos posible del área blanquinegra. El equipo arrancó en tromba, dispuesto a cerrar cuanto antes la contienda. En los primeros 25 minutos contó con ocho ocasiones claras en las que Alves demostró su habilidad con los reflejos. En esos minutos, y bajo una lluvia incesante, el Valencia hilvanó un juego incisivo. Banega y Baraja -que ayudó mucho en defensa- apenas tenían oposición para armar envíos a Silva, Mata, Pablo y Villa. Teixeira Vitienes anuló, correctamente, un gol de Mata.
El partido se trabó tras el descanso, ya que el juego de los dos equipos estuvo plagado de imprecisiones, sobre todo en ataque.
El Almería, algo más replegado, encontraba espacios a la contra, pero no los aprovechaba. El Valencia tenía cada vez más problemas para llegar a la meta de Alves, sobre todo por la espesura de su juego en el centro del campo.
Sin embargo, en una de las acciones ofensivas del Valencia apareció la calidad de sus jugadores y un excepcional pase de Silva permitió que Mata, con la derecha abriese el marcador de mestalla.
El Almería abrió sus líneas y el Valencia encontró espacio a la contra. En la primera que tuvo, Silva hizo el 2-0 seis minutos después tras una buena jugada de Villa.
Tras el 2-0, el Valencia se sintió más cómodo, llegó con cierta frecuencia a la portería del Almería y trató de que el partido no tuviera ritmo para impedir que el rival marcara y se metiera de nuevo en el encuentro.
El cuarto de hora final fue plácido y sirvió para que Mestalla, que ofreció una aceptable entrada pese a la desapacible tarde lluviosa, homenajeara con sus aplausos a Mata y Silva, dos de los grandes protagonistas. César, con un par de intervenciones postreras, también recibió la ovación de todo el estadio por su portentosa temporada.
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