JOSÉ MARÍA PERIS. HOY Y eso la presidenta lo tiene que tener claro. Vendrán días de eterno invierno, donde vendrán mal dadas, alguna noche como la que pasó el miércoles Abramovich, y el pueblo pedirá cabezas. La que sea
VALENCIA.
La verdad es que debe estar flipando. Vale que esas convocatorias en la puerta cero del Antic Nou Mestalla para recibir a Mister Marshall, perdón Mister Lim, le podrían hacerse una idea de como nos la gastamos en la terreta.
Pero la visita al ayuntamiento para firmar aquello del campo, de las quitas o del yo-que-se, pero firmar, que es lo importante, iba complementada con la asomadita al balcón consistorial, al palco VIP de la mascletà, aquel reducto de codazos y pisotones que ríete tú de los bailes en el área del Calderón del domingo pasado.
Aunque supongo que Salvo, Douwens, Draper o Damià le hayan intentado explicar el folclore de meter en unos pocos metros cuadrados semejantes capazos de pólvora, solo por el placer de oler su aroma, rozarse la piel y brindar con el humo. Y el arte efímero de los ninots, de la sátira y del trabajar todo el año para en una hora quemarlo y volver a empezar. Como si Alves se metiera un gol en el 93. Están locos estos valencianos, podría pensar Lady Hoon, cual personaje de Asterix.
Pero lo bonito sería que Manolo Más le explicase, como valencianista y fallero, pedazo ninot tiene el gran Más en la Expo, que la anfitriona, aparte de saludar, firmar lo del campo, lo de las quitas o lo del yo-que-se, se ha convertido en una marca, con chapas, jitazos de house blando y embajadora no remunerada de la ginebra de la reina de Inglaterra, aunque realmente sea más de las cosas escocesas. Y no hablamos de faldas, perdón, de kilts.
Porque es ahora, en nuestro particular idus de marzo, cuando salimos como realmente somos. Capaces de lo mejor, plasmado en el esfuerzo, el trabajo duro ejemplificado en el artista fallero, en la comisión sufrida, en la contabilidad imposible convertida en posible, pero también de lo peor, de tirar al traste todo el trabajo en horas (la cremà se entiende en muchos lugares como eso), de perder la credibilidad entre torres por una sobremesa prolongada y bien regada o de mandar un WhatsApp a altas horas con cierto desequilibrio físico que te cuesta el divorcio.
Y estas cosas, con lo de la pelotita nos pasa igual. No hace mucho se dudaba del entrenador, de los fichajes caros y hasta del inicio las obras del Nou Antic Mestalla por eso de cumplir los cien donde siempre. Aunque eso nos haga menos modernos y menos siglo XXI. Ese orgullo que tiene más de nostalgia que de sentido común.
Y eso la presidenta lo tiene que tener claro. Vendrán días de eterno invierno, donde vendrán mal dadas, alguna noche como la que pasó el miércoles Abramovich, y el pueblo pedirá cabezas. La que sea. El circo pedirá sangre, fuego e ira. Devorando a sus hijos cual Saturno. Y para esos días no valdrá hacerse el longuis, gracias Héctor, tocará apechugar, gestionar y echar agua a la mascletà. Porque somos de mecha rápida y nuestro yin no mirará pelo, a no ser que el yan nos pueda apaciguar.
Dejemos a la cantaora que todos llevamos dentro ahí. Muy dentro.
http://www.plazadeportiva.com/ver/33147/-la-presidenta-y-rita-la-cantaora-.html
VALENCIA.
La verdad es que debe estar flipando. Vale que esas convocatorias en la puerta cero del Antic Nou Mestalla para recibir a Mister Marshall, perdón Mister Lim, le podrían hacerse una idea de como nos la gastamos en la terreta.
Pero la visita al ayuntamiento para firmar aquello del campo, de las quitas o del yo-que-se, pero firmar, que es lo importante, iba complementada con la asomadita al balcón consistorial, al palco VIP de la mascletà, aquel reducto de codazos y pisotones que ríete tú de los bailes en el área del Calderón del domingo pasado.
Aunque supongo que Salvo, Douwens, Draper o Damià le hayan intentado explicar el folclore de meter en unos pocos metros cuadrados semejantes capazos de pólvora, solo por el placer de oler su aroma, rozarse la piel y brindar con el humo. Y el arte efímero de los ninots, de la sátira y del trabajar todo el año para en una hora quemarlo y volver a empezar. Como si Alves se metiera un gol en el 93. Están locos estos valencianos, podría pensar Lady Hoon, cual personaje de Asterix.
Pero lo bonito sería que Manolo Más le explicase, como valencianista y fallero, pedazo ninot tiene el gran Más en la Expo, que la anfitriona, aparte de saludar, firmar lo del campo, lo de las quitas o lo del yo-que-se, se ha convertido en una marca, con chapas, jitazos de house blando y embajadora no remunerada de la ginebra de la reina de Inglaterra, aunque realmente sea más de las cosas escocesas. Y no hablamos de faldas, perdón, de kilts.
Porque es ahora, en nuestro particular idus de marzo, cuando salimos como realmente somos. Capaces de lo mejor, plasmado en el esfuerzo, el trabajo duro ejemplificado en el artista fallero, en la comisión sufrida, en la contabilidad imposible convertida en posible, pero también de lo peor, de tirar al traste todo el trabajo en horas (la cremà se entiende en muchos lugares como eso), de perder la credibilidad entre torres por una sobremesa prolongada y bien regada o de mandar un WhatsApp a altas horas con cierto desequilibrio físico que te cuesta el divorcio.
Y estas cosas, con lo de la pelotita nos pasa igual. No hace mucho se dudaba del entrenador, de los fichajes caros y hasta del inicio las obras del Nou Antic Mestalla por eso de cumplir los cien donde siempre. Aunque eso nos haga menos modernos y menos siglo XXI. Ese orgullo que tiene más de nostalgia que de sentido común.
Y eso la presidenta lo tiene que tener claro. Vendrán días de eterno invierno, donde vendrán mal dadas, alguna noche como la que pasó el miércoles Abramovich, y el pueblo pedirá cabezas. La que sea. El circo pedirá sangre, fuego e ira. Devorando a sus hijos cual Saturno. Y para esos días no valdrá hacerse el longuis, gracias Héctor, tocará apechugar, gestionar y echar agua a la mascletà. Porque somos de mecha rápida y nuestro yin no mirará pelo, a no ser que el yan nos pueda apaciguar.
Dejemos a la cantaora que todos llevamos dentro ahí. Muy dentro.
http://www.plazadeportiva.com/ver/33147/-la-presidenta-y-rita-la-cantaora-.html
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