La temporada pasada, en concreto un 15 de diciembre, Rufete bajó al vestuario del Vicente Calderón tras un partido que terminó por 3-0 a favor del Atlético. Rufete, allí, escuchó el silencio. El Valencia, en verdad, había acudido ese día a Madrid sabiéndose inferior y la derrota entraba en los planes blanquinegros. Pero ese vació en el ambiente del vestuario, esa ausencia de síntomas de reacción o algo que transmitiera amor propio de los presentes, fue lo que aceleró el adiós de Miroslav Djukic. Un mes después, ya con Pizzi, Peter Lim se dejó ver por el palco del Calderón acompañado por Jorge Mendes en otro partido de Copa que también perdió el Valencia.
Solo un año después, el Valencia que rinde de nuevo visita al Atlético, poco tiene del que vio Lim. De los jugadores que Djukic alineó en el once aquella noche, solo quedan cuatro en plantilla (Diego Alves, Parejo, Barragán y Feghouli). Los Víctor Ruiz, Oriol Romeu, Jonas, Canales, Mathieu, Bernat, Pabón, Guardado... han sido reemplazados por Otamendi, Mustafi, Gayà, André Gomes, Enzo Pérez, Rodrigo y, entre otros, Álvaro Negredo. Y en esa metamorfosis, además de Rufete y Nuno, mucho tiene que ver Peter Lim (130 millones en fichajes).Para el Valencia, que durante toda esta semana lleva puesto el traje de cordero, el detalle de tener a solo un punto al Atlético, vigente campeón y un equipo más hecho por cuanto de la mano del Cholo, es un síntoma de que el proyecto de Lim está encauzado y promete. Y duelos como éste son buenos para la Liga. Sube su caché.
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