El Valencia persigue de nuevo un punto de inflexión ante el Espanyol igual que en la Liga de 2002
@andreu_alberola
Catorce años después de la enérgica remontada en Montjuïc, el calendario le ha reservado al Valencia un cruce en el destino. Salvando las distancias con el escenario de dudas de aquella noche de 2001 pero con el mismo vértigo de trasfondo, el conjunto de Mestalla se impone la victoria sobre el Espanyol como punto de inflexión en la hoja de ruta hacia la Liga de Campeones. Tal y como acabó sucediendo en aquel partido gravado con tintes de épica en el anecdotario valencianista, un triunfo lanzaría hacia arriba a los hombres de Nuno, que después de tropezar en Málaga se han quedado sin margen para titubeos y necesitan crecer a partir de las victorias si no quieren recalibrar sus aspiraciones antes de tiempo. Terminar la temporada entre los primeros cuatro clasificados pasa por mejorar los registros fuera de casa y la primera final se disputa este domingo en Cornellà. No hay margen de error. Los futbolistas ya conocen el camino. Rufete y Ayala, titulares en aquella ocasión, están armando un proyecto que se mira en la historia dorada del club. Aquella noche de Montjuïc está en el linaje del nuevo Valencia. Ya solo cabe ganar.
El escenario ya no es el mismo, el Espanyol cambió de casa y se marchó a jugar a las afueras de Barcelona... Pero el recuerdo permanece vivo. Está en la historia del Valencia cimentar los éxitos más grandes casi al borde del abismo. Eso exactamente fue lo que sucedió aquella noche, una experiencia tan intensa como inspiradora. Futbolistas y cuerpo técnico únicamente tienen que echar la vista al pasado para saber cómo hay que elevarse por encima del mar de fondo y tomar Cornellà-El Prat sin ningún complejo. Después de un primer tiempo para olvidar, Rafa Benítez se encontraba con la soga al cuello, hasta el punto que no hubiera mantenido el cargo si el equipo hubiese perdido el partido. Los blanquiazules ganaban por dos goles a cero al descanso pero al salir del túnel de vestuarios el Valencia consumó una reacción devastadora y fabricó un escenario radicalmente distinto. Ambición sin límites. Aquel equipo remontó, acabó ganando la Liga con la voracidad competitiva como elemento base y pasó a la historia.
Apuesta por el juego exterior
El Valencia salió con mucho más que tres puntos de Montjuïc: salió blindado para competir por encima de cualquier circunstancia. Es hora de desempolvar ese espíritu. Nuno es el primero en ese vestuario que es consciente de la trascendencia que tiene el partido del domingo. Por ese motivo ayer programó una exigente doble sesión en la que trabajó situaciones de ataque y defensa, insistió en la presión a la salida de balón y en la idea de abrir el campo por las bandas, uno de los puntos negros del partido frente al Málaga, en el que el Valencia naufragó con el tráfico que había por el centro. «¿Dónde está Feghoui? ¿dónde está Piatti», se preguntaba Nuno tras la derrota en La Rosaleda. Ahora ya los tiene a sus órdenes y con tal de evitar atascos, ensayó durante la mayor parte del entrenamiento vespertino las entradas por banda con Feghouli, Piatti, Gayà y Barragán, tratando de crear situaciones de desborde en solitario y con superioridad numérica para servir balones a la primera línea de ataque, en la que el luso planea repetir con dos hombres.
El Valencia salió con mucho más que tres puntos de Montjuïc: salió blindado para competir por encima de cualquier circunstancia. Es hora de desempolvar ese espíritu. Nuno es el primero en ese vestuario que es consciente de la trascendencia que tiene el partido del domingo. Por ese motivo ayer programó una exigente doble sesión en la que trabajó situaciones de ataque y defensa, insistió en la presión a la salida de balón y en la idea de abrir el campo por las bandas, uno de los puntos negros del partido frente al Málaga, en el que el Valencia naufragó con el tráfico que había por el centro. «¿Dónde está Feghoui? ¿dónde está Piatti», se preguntaba Nuno tras la derrota en La Rosaleda. Ahora ya los tiene a sus órdenes y con tal de evitar atascos, ensayó durante la mayor parte del entrenamiento vespertino las entradas por banda con Feghouli, Piatti, Gayà y Barragán, tratando de crear situaciones de desborde en solitario y con superioridad numérica para servir balones a la primera línea de ataque, en la que el luso planea repetir con dos hombres.
A tenor de las pruebas realizadas, todo apunta a que Nuno aparcará el dibujo del rombo táctico en la medular contra el Espanyol y volverá al sistema afilado con bandas. Parejo, sobrecargado del encuentro de la pasada jornada, entrenó con total normalidad; al igual que Negredo, que se ejercitó tras ausentarse por compromisos publicitarios con sus patrocinadores; y Rodrigo, que ya ha superado la amigdalitis que le apartó de la sesión del miércoles. También Piatti. Todos a punto para el ´regreso´ a Montjuïc. Catorce años después, el espíritu y el voltaje de aquella noche de diciembre deben manterse intactos.
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