PLAZADEPORTIVA.COM. HOY Desmemoriats, Vicent Molins, Alberto Santamaría, Vicente Bau y Salva Folgado muestran su visión sobre el partido del Valencia
LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS
LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS
VALENCIA.
El Valencia venció en una tarde mágica en Mestalla al Real Madrid, para dar un golpe encima de la mesa y demostrar que el equipo ha empezado el año con toda la fuerza de cara a la segunda parte de la temporada.
Los colaboradores de Plazadeportiva.com muestran su visión de lo que aconteció en el césped de Mestalla.
VICENT MOLINS:
Si jugar un Valencia-Madrid en horario vespertino no fuera suficiente penalización (estos partidos tremendos siempre se daban de noche), el equipo tuvo que sobreponerse a la sobreexcitación de ver como si pestañeas te pierdes una amarilla de Gil Manzano. "Tarjeta a Kim Lim por subir una foto a Instagram en el minuto 44". Fuera del partido un rato decisivo. Y una vez superado todo eso, y un 0-1 por el camino, cuando se tomó el dominio y no sólo se pensó en replegar y acordarse del árbitro, el Valencia no tuvo respeto con el Madrid. Gomes barajando juego. El dominio de este lado. Lo que la suerte te quitaba en cada llegada, Barragán -el Arizmendi de la nueva era- te lo devuelve. La demostración de que hay con qué. La tarde más parecida a aquel torbellino que arrasó al Atlético en Mestalla. Se tentó demasiado al síndrome del 93, pero una vez superado, una realidad a mitad de Liga: el Valencia es un gran problema para grandes rivales. Sólo falta que lo siga siendo para los pequeños.
ALBERTO SANTAMARÍA:
Mestalla volvió a disfrutar de una tarde mágica de fútbol. De esas que no se olvidan. El de ayer fue un partido que los padres les contarán a sus hijos con una sonrisa en la boca cuando pasen los años. A pesar de sufrir un penalti en contra, a pesar de padecer un arbitraje sibilino que consiguió descentrar al equipo, el Valencia logró remontar al todopoderoso Real Madrid. Al conjunto que llevaba 22 encuentros consecutivos ganando. Y todo con garra, coraje, corazón y fútbol. Las virtudes del Valencia de siempre, de ese equipo con alma capaz de competir con cualquiera, y como quedó demostrado, capaz de ganar a cualquiera. Hasta al que para muchos era el mejor Madrid de la historia. Pues sí lo era, ayer besó el suelo en el coliseo de la Avenida de Suecia. Hem tornat.
Si jugar un Valencia-Madrid en horario vespertino no fuera suficiente penalización (estos partidos tremendos siempre se daban de noche), el equipo tuvo que sobreponerse a la sobreexcitación de ver como si pestañeas te pierdes una amarilla de Gil Manzano. "Tarjeta a Kim Lim por subir una foto a Instagram en el minuto 44". Fuera del partido un rato decisivo. Y una vez superado todo eso, y un 0-1 por el camino, cuando se tomó el dominio y no sólo se pensó en replegar y acordarse del árbitro, el Valencia no tuvo respeto con el Madrid. Gomes barajando juego. El dominio de este lado. Lo que la suerte te quitaba en cada llegada, Barragán -el Arizmendi de la nueva era- te lo devuelve. La demostración de que hay con qué. La tarde más parecida a aquel torbellino que arrasó al Atlético en Mestalla. Se tentó demasiado al síndrome del 93, pero una vez superado, una realidad a mitad de Liga: el Valencia es un gran problema para grandes rivales. Sólo falta que lo siga siendo para los pequeños.
ALBERTO SANTAMARÍA:
Mestalla volvió a disfrutar de una tarde mágica de fútbol. De esas que no se olvidan. El de ayer fue un partido que los padres les contarán a sus hijos con una sonrisa en la boca cuando pasen los años. A pesar de sufrir un penalti en contra, a pesar de padecer un arbitraje sibilino que consiguió descentrar al equipo, el Valencia logró remontar al todopoderoso Real Madrid. Al conjunto que llevaba 22 encuentros consecutivos ganando. Y todo con garra, coraje, corazón y fútbol. Las virtudes del Valencia de siempre, de ese equipo con alma capaz de competir con cualquiera, y como quedó demostrado, capaz de ganar a cualquiera. Hasta al que para muchos era el mejor Madrid de la historia. Pues sí lo era, ayer besó el suelo en el coliseo de la Avenida de Suecia. Hem tornat.
SALVA FOLGADO:
Victoria de quilates la que consiguió el Valencia. Porque dobló la rodilla el Madrid de la racha salvaje; porque volteó un 0-1; porque saltó sobre un arbitraje que le picaba como una colmena; porque desactivó a Cristiano y a Benzema, y porque, esta temporada sí, por fin, los grandes caen en Mestalla.Ves como no era tan raro esto, Unai. Victoria del equipo y de Nuno, otra vez. Su escudo con 3 centrales era censurable a priori y en Mestalla. Pero fue un acierto. Mustafi, Otamendi y Orban volvieron a destacar. Perfecto Enzo Pérez, que se ajustó como un guante. Y bien Nuno acordándose de Serreta.
DESMEMORIATS:
El mundo no estaba preparado para ello, por eso el destino evitó que Antonio Barragán, mutado en Gorge Best por un segundo, metiera el 3-1 para dejarnos a todos más locos de lo que ya estamos. Ojo, que Toni no ha renovado todavía, ahí hay culebrón. Partido gorrino, de los de disfrutar como tal. Con patadas, polémicas, árbitros pendencieros, remontadas, un escenario idílico y un ambiente apoteósico. El VCF bronco empieza a recomponerse bajo las botas de Otamendi, Mustafi y Orban, los verdaderos jugones de toda esta historia. Si estos tres nacen 30 años antes Bruce Lee y Van Damme se quedan en Los Ángeles sirviendo hamburguesas toda la vida. No me gustó como acabó el partido, muy a lo Barça, asumiendo riesgos excesivos encerrándose atrás. Pero bueno, que le den al riesgo excesivo, se quedó una tarde redonda.
Victoria de quilates la que consiguió el Valencia. Porque dobló la rodilla el Madrid de la racha salvaje; porque volteó un 0-1; porque saltó sobre un arbitraje que le picaba como una colmena; porque desactivó a Cristiano y a Benzema, y porque, esta temporada sí, por fin, los grandes caen en Mestalla.Ves como no era tan raro esto, Unai. Victoria del equipo y de Nuno, otra vez. Su escudo con 3 centrales era censurable a priori y en Mestalla. Pero fue un acierto. Mustafi, Otamendi y Orban volvieron a destacar. Perfecto Enzo Pérez, que se ajustó como un guante. Y bien Nuno acordándose de Serreta.
DESMEMORIATS:
El mundo no estaba preparado para ello, por eso el destino evitó que Antonio Barragán, mutado en Gorge Best por un segundo, metiera el 3-1 para dejarnos a todos más locos de lo que ya estamos. Ojo, que Toni no ha renovado todavía, ahí hay culebrón. Partido gorrino, de los de disfrutar como tal. Con patadas, polémicas, árbitros pendencieros, remontadas, un escenario idílico y un ambiente apoteósico. El VCF bronco empieza a recomponerse bajo las botas de Otamendi, Mustafi y Orban, los verdaderos jugones de toda esta historia. Si estos tres nacen 30 años antes Bruce Lee y Van Damme se quedan en Los Ángeles sirviendo hamburguesas toda la vida. No me gustó como acabó el partido, muy a lo Barça, asumiendo riesgos excesivos encerrándose atrás. Pero bueno, que le den al riesgo excesivo, se quedó una tarde redonda.
VICENTE BAU:
Un placer señores. Durante noventa minutos nos dio para confirmar casi todo. Confirmamos que al Real Madrid le miman de una forma desmesurada... pero que aparte de eso también son buenos. Y confirmamos que este es un Valencia con alma, a la vieja usanza, bronco y copero, luchador, un equipo de esos que vas a ver cuando eres 'nano' y te quedas enganchado con el fútbol para toda la vida. Y sí, además está Nuno 'el evolutivo'. Bien por el entrenador. No se ha atascado con un planteamiento que parecía innegociable al principio de temporada y en los últimos partidos ha renunciado a su fútbol de laboratorio por otro más atrevido y meritorio. Ante el Eibar ya puso a los dos delanteros juntos. Y ayer ante el Real Madrid no sólo confirmó esa apuesta sino que además varió la defensa: Pegó a Barragán y Piatti a cada banda y desplegó una línea de tres absolutamente inexpugnable con Mustafi, Otamendi y Orban. Debutó Enzo Pérez en partido complicado y apuntó maneras de titular casi casi de por vida. Otamendi y Orban... inmensos. Muy bien Gayà ocupando la posición del lesionado Piatti. Y Negredo, siempre Negredo, jugador sobre el que pivota cualquier inicio de ataque y que en el poco tiempo que lleva en Valencia ha demostrado que es un líder natural, un capitán encubierto con mando en plaza. En suma, partidazo redondo de un Valencia que al margen de remontar al Madrid -difícil empresa- recuperó esa esencia durante tantos años perdida. Bronco y copero. Mucho más bronco y mucho más copero que en los últimos años. Y eso es una delicia... ese es mi fútbol.
Un placer señores. Durante noventa minutos nos dio para confirmar casi todo. Confirmamos que al Real Madrid le miman de una forma desmesurada... pero que aparte de eso también son buenos. Y confirmamos que este es un Valencia con alma, a la vieja usanza, bronco y copero, luchador, un equipo de esos que vas a ver cuando eres 'nano' y te quedas enganchado con el fútbol para toda la vida. Y sí, además está Nuno 'el evolutivo'. Bien por el entrenador. No se ha atascado con un planteamiento que parecía innegociable al principio de temporada y en los últimos partidos ha renunciado a su fútbol de laboratorio por otro más atrevido y meritorio. Ante el Eibar ya puso a los dos delanteros juntos. Y ayer ante el Real Madrid no sólo confirmó esa apuesta sino que además varió la defensa: Pegó a Barragán y Piatti a cada banda y desplegó una línea de tres absolutamente inexpugnable con Mustafi, Otamendi y Orban. Debutó Enzo Pérez en partido complicado y apuntó maneras de titular casi casi de por vida. Otamendi y Orban... inmensos. Muy bien Gayà ocupando la posición del lesionado Piatti. Y Negredo, siempre Negredo, jugador sobre el que pivota cualquier inicio de ataque y que en el poco tiempo que lleva en Valencia ha demostrado que es un líder natural, un capitán encubierto con mando en plaza. En suma, partidazo redondo de un Valencia que al margen de remontar al Madrid -difícil empresa- recuperó esa esencia durante tantos años perdida. Bronco y copero. Mucho más bronco y mucho más copero que en los últimos años. Y eso es una delicia... ese es mi fútbol.
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