HÉCTOR GÓMEZ. HOY Nuno eligió a Negredo como primer cambio, pero el delantero estuvo casi desaparecido porque, igual que Alcácer o Rodrigo, no llegaban balones.
un cambio se metió en el bolsillo la guerra del centro del campo que hasta ese momento estaba llevándose, pero que con la entrada de Beñat terminó por desequilibrar a su favor.
VALENCIA.
Sacarle defectos a este Valencia CF, que es tercero de la Liga y que sólo ha perdido un partido es casi como un pecado. Sin embargo, la realidad es que el equipo los tiene. Los tiene como cualquier equipo, y los tiene pese a que al entrenador en la sala de prensa le da por decir casi siempre que no existen.
Ayer, ante el Athletic, el equipo se atascó. No encontró en casi ningún momento la fluidez necesaria para hacer daño a un equipo, el de Valverde, que había trabajado el encuentro a conciencia y que supo durante casi toda la semana que tapando aAndré Gomes el equipo de Mestalla no tendría prácticamente línea de creación.
Valverde fue listo. No solo tapó a André de inicio, si no que cuando se vio obligado a realizar
un cambio se metió en el bolsillo la guerra del centro del campo que hasta ese momento estaba llevándose, pero que con la entrada de Beñat terminó por desequilibrar a su favor.
El equipo necesita que André juegue libre. Cuando uno tiene a un futbolista de su talla en el equipo debe aprovecharlo y no explotarlo en tareas defensivas. Durante muchos minutos del partido de ayer, André corrió muchos metros donde no es decisivo. El portugués ha demostrado con creces que está más que preparado para ser el guía espiritual de este equipo en ataque. Cuando juega suelto, con espacios y recibiendo de medio campo hacía delante es letal. Conduce bien, entrega mejor, ve pases imposibles y además tiene llegada. Pero ayer, y en la primera parte en Villarreal estuvo excesivamente obligado en defensa.
Creo que Nuno, que tiene un discurso impecable, que maneja bien los egos del vestuario y que se ha ganado a la plantilla, ayer debió reforzar el centro del campo en el descanso. Debió aportar músculo con la entrada de Filipe. El brasileño hubiera liberado al luso de esos kilómetros que hizo y que le impidieron llegar fino a tres cuartos de cancha. Nuno eligió a Negredo como primer cambio, pero el delantero estuvo casi desaparecido porque, igual que Alcácer o Rodrigo, no llegaban balones.
En los últimos minutos cuando el equipo se partió buscando el triunfo, se vio claramente el agujero que había en el medio. Fuego no tuvo su mejor noche. Cierto es que enfrente habían tres buenos peloteros como Rico, Beñat e Iturraspe -es normal que lo quisiera el Bayern porque es buenísimo-, pero con más razón Nuno debió reforzar un centro del campo que se vio superado.
Uno mira la tabla y casi da vergüenza haber escrito estas líneas. Sin embargo, que quieren que les diga. Prefiero ser exigente. Prefiero exigirle a mi equipo que esté a un punto del Real Madrid habiéndole ganado al Athletic que conformarme con pensar que viniendo de donde venimos estamos muy bien a tres puntos. La Liga es muy larga y lo normal es que cada mes estemos más lejos de los dos de arriba. Pero yo seguiré exigiendo que cada semana demos el máximo, y sinceramente creo que habiendo competido bien, ante el Athletic dejamos de sumar dos puntos que debieron sumarse.
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