Vicente Vallés reclama en la inauguración de su sede el retorno del F.C. y el presidente recuerda que fue cambiado del inglés «por la dictadura»
La Asociación del Pequeño Accionista inauguró ayer su sede, junto a la esquina de la Avenida de Suecia y la calle Artes Gráficas. Al acto acudió el presidente del Valencia, Amadeo Salvo, y el de la Fundación, Aurelio Martínez. Hasta ahí todo normal. Lo que nadie esperaba es que el presidente del colectivo, Vicente Vallés, hiciera una petición al club en el mismo acto de una vuelta a sus orígenes. Cuando Salvo ayudó a descubrir una bandera del club, que también cuenta con los colores de la senyera y de la enseña nacional, en el escudo se leía Valencia F.C. No era una errata, sino una reivindicación: «Vamos a proponer que el Valencia vuelva a sus orígenes y vuelva a ser Valencia Fútbol Club», anunció Valles.
La petición del colectivo que reúne a los pequeños accionistas tiene una explicación histórica. El club valencianista se fundó el 18 de marzo de 1919 bajo el nombre de Valencia Football Club. Un nombre que mantuvo hasta el final de la guerra civil, donde por orden de la Delegación Nacional de Deportes las entidades deportivas tuvieron que traducir la nomenclatura anglosajona al castellano. Tras la muerte de Franco, y la llegada de la democracia, el club decidió no volver al nombre original al estar asentado el todavía vigente dentro del valencianismo. Otros clubes, como el Sevilla, decidieron derogar su nombre franquista un año después de la muerte del dictador y volver a la denominación de Sevilla F.C.
Salvo recogió el guante de Vallés, aunque en ningún momento confirmó que se vaya a ejecutar esa medida: «Es un tema a estudiar. El nombre del club estaba en un principio en inglés y en la dictadura todos tuvieron que adaptar su nombre al español». El presidente del Valencia calificó el nuevo local de la Asociación como un «Mestalla dentro de Mestalla» y que representa al sentir «de más de cuarenta y siete mil pequeños accionistas que pertenecemos a la sociedad, y como tal nos tenemos que sentir identificados con la asociación».
El máximo dirigente valencianista tuvo un guiño hacia Aurelio Martínez, al que saludó como «máximo accionista» en su discurso. «En estos momentos lo es», recordó desde el atril con una sonrisa cómplice hacia el presidente de la Fundación. El economista respondió con otra sonrisa, sabedor de que técnicamente Salvo estaba en lo cierto. Hasta que no lleguen los contratos firmados entre todas las partes con el visto bueno de los dos organismos oficiales que los están estudiando no será efectivo el traspaso accionarial. Un mero formalismo que no resta que a 7 de noviembre el máximo accionista siga siendo la Fundación. Al acto también asistieron jugadores del presente, Gayà, y del pasado, como el caso de Miguel Ángel Adorno. Así como el expresidente Jaime Ortí y el consejero Manuel Peris. En el ágape lo más comentado fue la petición del Valencia F.C.
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