PACO ROIG, JUAN SOLER, SORIANO, DALPORT Y LA FUNDACIÓN VCF
JUAN CARLOS ALARCÓN. HOY El próximo mes de junio el club tendrá nuevo dueño, pero esta no es la primera vez que el Valencia Club de Fútbol se vende
VALENCIA.
El Valencia se encuentra inmerso en pleno proceso de venta. Esta ocasión no es la primera vez que el club 'se vende' o cambia de manos, aunque la gran diferencia está en que esta vez se ha anunciado a bombo y platillo que la entidad se iba a vender y en las anteriores ocasiones siempre fue un traspaso de acciones de manera privada.
Y es que desde que el Valencia se convirtió en Sociedad Anónima en el año 1992ha tenido cinco propietarios -cuando finalice el proceso de venta llegará el sexto- donde se han producido tres ventas del paquete mayoritario de acciones.
Paco Roig se convirtió en el primer dueño del Valencia después de que se hiciera con una parte importante de las acciones de la ampliación de capital que él mismo realizó cuando llegó a la presidencia, en el año 1996. En aquella ampliación de capital se le acusó de usar una red de testaferros para hacerse con la mayoría de las acciones del club y poder controlar el Valencia a su antojo.
Ocho años duró Paco Roig como máximo accionista del club, el hombre que más tiempo ha tenido la mayoría accionarial de la entidad de Mestalla. En 2004 entró en escena Juan Soler, y el poder político instó a Paco Roig a venderle las acciones al constructor valenciano, realizándose así la primera venta de la mayoría del paquete accionarial del club.
Tras desembolsar alrededor de treinta millones de euros Juan Soler se hizo con el 32% de las acciones, aglutinando la mayor cuota de poder hasta la fecha y convirtiéndose en el segundo propietario que atesoraba la entidad.
Cinco años estuvo Juan Soler como máximo accionista del club, pero tras su nefasta gestión y el desliz de Juan Villalonga, en el verano de 2009 decidió ceder sus acciones -con una opción de compra- al que entonces era segundo máximo accionista Vicente Soriano, que con la ayuda de otro grupo de pequeños accionistas consiguieron que el empresario de Puzol aglutinara el 51% del club.
Soriano continuó con una penosa gestión que hizo que el club desatendiera los pagos a los futbolistas y se pararan las obras del nuevo estadio lo que le obligó a dimitir y a aprobar una ampliación de capital de 92 millones de euros. En un intento desesperado por evitar perder el valor accionarial de su 51%, se dejó engañar por la empresa Inversiones Dalport, a la que vendió las acciones y que varios días figuraron como máximos accionistas de la entidad.
La empresa encabezada por Victor Vicente Bravo no acudió a suscribir el derecho preferente en la ampliación y perdió su 51% que se vio convertido en un 5.1%. En esa ampliación entró en escena la Fundación VCF, que adquirió algo más del 70% de las acciones que a día de hoy aún posee y que venderá en apenas un mes.
Con esto, el Valencia se enfrenta al cuarto proceso de venta de su historia, tras la venta de Roig a Soler, de Soler a Soriano y de este a Dalport. Quien finalmente salga vencedor de dicho proceso se convertirá en el sexto dueño de la entidad una vez solucione la deuda de la Fundación VCF con Bankia, y pueda hacerse así con el 74% del capital social del club.
PRIMER DUEÑO DE CAPITAL EXTRANJERO
Salvo el desliz de Inversiones Dalport, y su dueño uruguayo, que apenas duró unos días, el proceso de venta deparará el primer dueño del club de capital extranjero. Hasta la fecha, todos los dueños han sido valencianos.
Y es que, todas las ofertas que han concurrido en el proceso de venta tienen capital extranjero. Por ello, cualquiera de las siete que logré hacerse con la propiedad implicará un cambio de nacionalidad al frente de la entidad.
Al Valencia, últimamente, no le ha terminado de ir bien con los dueños locales, que le han llevado a una situación de deuda irreconducbile. Ahora se prueba forutan con el capital foráneo para intentar reconducir la situación y volver a situar al Valencia entre los primeros clubes de Europa.
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