JUAN CARLOS ALARCÓN. HOY El presidente se reunió a comer con sus jugadores y les transmitió tranquilidad debido a los últimos movimientos del club
VALENCIA.
El presidente del Valencia, Amadeo Salvo, se reunió ayer con la plantilla y cuerpo técnico, para realizar una comida en la que el máximo mandatario valencianista le transmitió tranquilidad a los integrantes del equipo y les instó a seguir trabajando como hasta ahora y conseguir el objetivo de meterse la próxima temporada en Europa.
La noticia de que el Valencia iba a presentar el preconcurso de acreedoresdebido a la negativa de Bankia de prorrogar el pago del crédito de 220 millones que vencía el próximo jueves 27 de marzo hizo saltar la alarma en algunos futbolistas que no están acostumbrados a este tipo de noticias y son desconocedores de como les iba a afectar a ellos.
Por ello, el presidente utilizó esta comida, que ya estaba programada de antemano para explicarles a los jugadores que esto no afectará en nada a sus salarios ni les iba a reportar ningún problema en sus nóminas puesto que el Valencia iba a poder seguir pagando y que esto únicamente se trataba de un movimiento protector de cara a la UEFA.
Los futbolistas se marcharon convencidos de dicha 'reunión', pero además, tras la comunicación por parte de Bankia de que finalmente si que aplazarán el pago del crédito ya no hará falta convocar el preconcurso, por si a alguien todavía le quedaba alguna duda.
UNIÓN PARA ALCANZAR LA FINAL DE LA EUROPA LEAGUE
Pero tranquilizar a sus jugadores no fue lo único que hizo Amadeo Salvo en dicha comida, puesto que el presidente de la entidad le transmitió a la plantilla y cuerpo técnico que deben pelear hasta el final y hacer un esfuerzo por alcanzar la final de la Europa League, que se encuentra a únicamente cuatro partidos.
Salvo tiene la ilusión de poder acudir a Turín y así lo lleva diciendo desde que se inició la temporada y así se lo ha transmitido a su plantilla para intentar contagiarle esa ilusión y esas ganas que alberga. El presidente sabe que disputar una final europea diez años después sería la gran salvación a una temporada que podría catalogarse como mediocre.
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