La Fundación tiene el miércoles una cita para decidir formalmente su respaldo a las propuestas que llevará Amadeo Salvo a la junta de accionistas
J. C. VALLDECABRES | VALENCIA..-
J. C. VALLDECABRES | VALENCIA..-
Aurelio Martínez pondrá al día esta semana a sus compañeros de Fundación, que están desde hace bastante tiempo a la expectativa en lo que al lío con Bankia se refiere. El patronato está convocado para el miércoles porque tiene que decidir oficialmente el sentido del voto para la junta de accionistas del Valencia del día 10.
Aunque es evidente que los patronos ofrecerán el millón y medio de acciones que agrupan a Amadeo Salvo en la asamblea, lo más significativo de este encuentro no será debatir sobre el presupuesto y las cuentas, sino saber lo que se ha hecho y lo que se puede hacer con el banco para resolver de una vez por todas el crédito. Por apurar un poco más, realmente la incógnita que quieren despejar es si el banco pretende de verdad vender la propiedad del club para quitarse el problema de encima.
Y sobre esta cuestión, en la Fundación se han ido apagando poco a poco los buenos augurios que hace unas semanas desprendía el propio Aurelio Martínez, quien atraviesa el momento más delicado desde que asumió la presidencia. En estos momentos, y sobre el escenario lleno de púas que ha creado el banco, hay opiniones para todos los gustos. Desde los que consideran que al final se desatascará el nudo que hay hasta los que observan con todo el recelo del mundo los movimientos y la estrategia que está siguiendo Bankia.
Sobre el banco hay bastante coincidencia en las posturas. Siempre se ha confiado en la buena predisposición de Bankia para llegar a un acuerdo, pero después de que echara por la borda el famoso protocolo y sobre todo tras la amarga cita con Aurelio Martínez del viernes 22 (amarga para Martínez) ya no las tienen todas consigo. El banco poco a poco ha ido escorándose en sus posiciones y ha aumentado considerablemente la presión sobre la Fundación, que creía tener mucho camino recorrido con un plan de viabilidad que ahora se ha quedado excesivamente corto.
Llega este decidido interés del banco (guarda silencio) justo en el momento que el Consell ha pasado de decantarse en gran medida por la venta a descartarla apostando por el proyecto de la Fundación; y coincidiendo además con el respaldo jurídico del TSJ devolviendo el aval a la Generalitat, que es lo que el banco consideraba fundamental. Sin el respaldo del IVF, todo se ponía cuesta arriba.
Pues ni con este panorama favorable para todos, como así se creía en un primer momento, el banco ha cedido en sus exigencias. Teniendo en cuenta que Bankia ha aprovechado todas las reuniones con los patronos para insistir en la vía de la venta accionarial como mejor solución, su endurecimiento actual ha encendido algunas alarmas en la Fundación, y por añadidura en el Valencia. Al fin y al cabo, es impensable creer que Salvo y su consejo siguieran con un cambio de dueño.
Este patronato advirtió desde el primer momento, ya con Federico Varona a su cabeza, que no iba a participar en ningún momento en una negociación para vender las acciones. Por eso ha dejado muy claro en su encargo a KPMG que lo único que saca al mercado es la finalización del nuevo Mestalla y la explotación del terciario de dicho recinto.
No hay más. Teóricamente. Porque en la práctica, KPMG debe recoger todas las propuestas que lleguen, aunque incluyan éstas la compra de las acciones.
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