DJUKIC SE ENTERÓ POR LA PRENSA QUE BRAULIO QUERÍA CESARLO
HÉCTOR GÓMEZ. HOY El técnico y el exdirector deportivo no tenían relación en las últimas semanas y el presidente apuesta claramente por el serbio
VALENCIA.
Amadeo Salvo ejecutó este lunes una decisión que su consejo de administración tenía tomada desde hace semanas. La directiva había perdido la confianza en el director deportivo, Braulio Vázquez, desde hacía tiempo y el club trasladó en boca de esa decisión al gallego en la tarde de ayer.
Sin embargo, la rapidez de la destitución del director deportivo, así como los tiempos responden a la nula relación que existía en las últimas semanas entre Djukic y Braulio Vázquez.
El director deportivo no apoyó al entrenador en la primera crisis que tuvo el equipo y tras la derrota ante el Swansea, él fue quién aconsejó al presidente que destituyera al entrenador. Es más, el propio Braulio preparó un sustituto con el que incluso alcanzó un acuerdo y que estaba preparado para coger las riendas del club. Sin embargo, Salvo apostó por confiar en el técnico, y concretamente por creer en su entrenador.
Djukic, supo por la prensa que el director deportivo había sido partidario de su destitución y rompió su relación con Braulio. Desde ese día, las conversaciones entre ellos han sido frías, distantes, ambos sabían que no había relación.
El director deportivo volvió a dar su opinión tras caer ante el Almería el pasado miércoles, había que prescindir del entrenador. Lo que no esperaba el gallego es que el presidente, cortaría por su parte.
El presidente, que nunca confió en el director deportivo, y le mantuvo en el cargo por lo alto de su finiquito, no entendió que Braulio no apoyara de manera decidida al entrenador al mes de empezarse la Liga. De la misma manera que tampoco entendía que defendiera a los jugadores a espaldas del entrenador.
Todo ello, ha hecho que ahora, que empieza a planificarse la plantilla de la próxima temporada, el presidente haya decidido despedir al máximo responsable de la parcela técnica de los últimos cuatro años.
Salvo ha apostado por su entrenador y lo ha hecho decididamente. Buena muestra de ello, es que ha despedido a la persona que más veces había pedido su destitución.
Salvo ha apostado por su entrenador y lo ha hecho decididamente. Buena muestra de ello, es que ha despedido a la persona que más veces había pedido su destitución.
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