Desde Juan Sánchez, el Valencia no ha tenido un delantero criado en Paterna que se afianzara
PASCUAL CALABUIG
«Delantero, joven, valenciano o criado en la factoría de Paterna, busca triunfar en el primer equipo del Valencia CF». De esta forma, o parecida, empezaría el currículum del goleador de la casa, una raza de futbolista que no ha tenido fácil hacerse un sitio en una posición confiada tradicionalmente a artilleros bien del otro lado del Atlántico bien del continente europeo. Sin embargo, el emergente Paco Alcácer tiene en los libros de historia blanquinegra un buen número de ejemplos en los que poder mirarse. La laureada trayectoria de atacantes como Ricardo Alós, Guillot, Forment, Fenoll o Juan Sánchez demuestran que es posible superar con éxito ese camino de espinas.
Ese es el reto de Paco Alcácer. El punta de Torrent, que debutó en noviembre de 2010 en partido oficial en Mestalla frente al Logroñés en la Copa del Rey, ha vivido su mejor semana como valencianista. La frustración de verse en el banquillo el pasado jueves la superó en la segunda mitad del Kuban-Valencia. El debut europeo lo redondeó con su primer gol de verdad como valencianista. Tres días más tarde experimentó su bautismo. En San Mamés fue titular con el Valencia por vez primera en la Liga en uno de los considerados partidos grandes. El valenciano mostró carácter, visión y movilidad. Pasó la prueba.
A pesar de que Paco está dando sus primeros pasos, hay que retroceder hasta 2006 para ver a un delantero, que se haya forjado en el Mestalla, en el once inicial de un duelo con idéntica o mayor trascendencia que el domingo en el estadio del Athletic. Fue en el Olímpico de Roma, en jornada de Champions League, Aarón Ñíguez. El anterior caso en el tiempo es el de Juan Sánchez. El de Aldaia debutó en octubre de 1992 con 20 años en el Camp Nou. Esa temporada debió vivir de alguna oportunidad en los minutos finales. En junio del 93 le hizo dos tantos al Espanyol y otro al Oviedo. Pese a todo, Juan salió cedido al Mallorca y luego enviado en la operación Otero al Celta, donde pasó cinco años. En el verano del 99 lo repescó el Valencia de Cúper, para el que por fin empezó a ser pieza importante.
Apenas tres canteranos más gozaron de momentos de gloria en la década de los 90. Raúl Ibáñez ascendió en la parte final de la campaña 94/95 al equipo profesional. El de Tous se vio en el conjunto titular del Real Madrid-Valencia en el Santiago Bernabéu, una semana antes puso al feudo de la Avenida de Suecia en pie con un espectacular gol al Betis. Lamentablemente, el mágico abril de Raúl concluyó con una grave lesión. Ahí acabó su sueño blanquinegro. Los goles de Rubén Navarro al Levante en la Copa del 99 o el hat-trick de Miku al Stabaek en la Liga Europa 2010 tampoco encontraron la continuidad anhelada. Y menos aún los prometedores debuts de Diego Ribera y Raúl Martínez en 1994 y 1996.
Sin embargo, la memoria blanquinegra recuerda a atacantes made in Valencia CF que sí se forjaron un camino más o menos largo en el primer equipo. Claramunt II (70-75), Sixto Casabona (82-87), Montes (82-89), García Pitarch (83-85) o el alto Enric Cuxart (89-91)? entre otros tantos más.
Ese es el reto de Paco Alcácer. El punta de Torrent, que debutó en noviembre de 2010 en partido oficial en Mestalla frente al Logroñés en la Copa del Rey, ha vivido su mejor semana como valencianista. La frustración de verse en el banquillo el pasado jueves la superó en la segunda mitad del Kuban-Valencia. El debut europeo lo redondeó con su primer gol de verdad como valencianista. Tres días más tarde experimentó su bautismo. En San Mamés fue titular con el Valencia por vez primera en la Liga en uno de los considerados partidos grandes. El valenciano mostró carácter, visión y movilidad. Pasó la prueba.
A pesar de que Paco está dando sus primeros pasos, hay que retroceder hasta 2006 para ver a un delantero, que se haya forjado en el Mestalla, en el once inicial de un duelo con idéntica o mayor trascendencia que el domingo en el estadio del Athletic. Fue en el Olímpico de Roma, en jornada de Champions League, Aarón Ñíguez. El anterior caso en el tiempo es el de Juan Sánchez. El de Aldaia debutó en octubre de 1992 con 20 años en el Camp Nou. Esa temporada debió vivir de alguna oportunidad en los minutos finales. En junio del 93 le hizo dos tantos al Espanyol y otro al Oviedo. Pese a todo, Juan salió cedido al Mallorca y luego enviado en la operación Otero al Celta, donde pasó cinco años. En el verano del 99 lo repescó el Valencia de Cúper, para el que por fin empezó a ser pieza importante.
Apenas tres canteranos más gozaron de momentos de gloria en la década de los 90. Raúl Ibáñez ascendió en la parte final de la campaña 94/95 al equipo profesional. El de Tous se vio en el conjunto titular del Real Madrid-Valencia en el Santiago Bernabéu, una semana antes puso al feudo de la Avenida de Suecia en pie con un espectacular gol al Betis. Lamentablemente, el mágico abril de Raúl concluyó con una grave lesión. Ahí acabó su sueño blanquinegro. Los goles de Rubén Navarro al Levante en la Copa del 99 o el hat-trick de Miku al Stabaek en la Liga Europa 2010 tampoco encontraron la continuidad anhelada. Y menos aún los prometedores debuts de Diego Ribera y Raúl Martínez en 1994 y 1996.
Sin embargo, la memoria blanquinegra recuerda a atacantes made in Valencia CF que sí se forjaron un camino más o menos largo en el primer equipo. Claramunt II (70-75), Sixto Casabona (82-87), Montes (82-89), García Pitarch (83-85) o el alto Enric Cuxart (89-91)? entre otros tantos más.
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