C. V. | VALENCIA..-
Insistía Ernesto Valverde en la misma sala de prensa de San Mamés, cuando se le preguntó sobre su posible renovación por el Valencia, en aquello que ha venido repitiendo una y otra vez aquí: la importancia que tiene en esta situación la incertidumbre social que vive su actual equipo. Ayer, cuando acudió a la Ciudad Deportiva de Paterna y aunque la costumbre del entrenador es leer cuanto menos prensa mejor, no tuvo más remedio que hacerse eco de la noticia de LAS PROVINCIAS.
Valverde se encuentra ahora con una nueva vuelta de rosca que aunque no afecta directamente a la empresa que le paga, sí al menos puede tener cierta influencia de cara al futuro próximo. Lo que queda fuera de toda duda es que en el Valencia no hay tregua posible, la entidad vive poco menos que en una agitación constante.
Hay que recordar que Valverde sólo se ha reunido una vez y de manera oficial con Manuel Llorente y con Braulio Vázquez. En ese cónclave, y cuando el presidente y director deportivo del club expusieron al técnico las pretensiones del Valencia de contar con él de cara al año que viene, Valverde se removió en la silla y les expuso que lo ideal sería primero saber si el mismo Llorente tenía la certeza absoluta de que fuera a seguir en el cargo. De hecho, también Braulio Vázquez puede tener su continuidad en el aire porque su cargo va ligado de alguna forma a la confianza que ha depositado en él Llorente.
Lo que pretendía dejar claro el entrenador en esa primera toma de contacto es que además de hablar de años de duración de contrato y de cuantía en la ficha, uno de los puntos importantes era saber si iba a tener la seguridad de no ver cómo podía perder el respaldo de quienes mandan si hay un cambio en la cúpula de la entidad.
Se especulaba con que después del encuentro contra el Athletic Llorente podría aprovechar para tener el segundo encuentro con Valverde y con su agente (Iñaki Ibáñez), contacto que por el momento no se ha producido. Quizá el presidente espere a después de reunirse este jueves con su consejo.
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