El Valencia tiene la historia en contra: ningún equipo ha podido remontar en Champions un 1-2 de la ida
Juan Carlos Valldecabres | .-
Enrique IV, quien dijo aquello de que París bien vale una misa, ni era aficionado al fútbol (porque no existía) ni creía en los milagros. Pero el legado verbal que dejó para la historia este monarca calvinista encaja perfectamente con la situación a la que debe hacer frente el Valencia este miércoles. A eso debe aferrarse Valverde si quiere alcanzar los cuartos a los que ni supo ni pudo llegar Emery cuando tuvo contra las cuerdas al Schalke.
Para que el Valencia continúe vivo en la Champions tiene que rizar el rizo y voltear un marcador tan trágico como aquel 1-2 de la ida. Pensar en estos momentos que al PSG se le puede ganar por 0-2 (ó 2-3) en su campo es un ejercicio ciertamente difícil. Más aún si se comprueba lo que ha venido ocurriendo en todos los precedentes similares en la Champions. De hecho, en esta competición no ha habido un equipo que haya perdido por 1-2 en su campo y luego haya volteado la eliminatoria. El Valencia haría historia.
Un estudio difundido ayer por Efe refleja que en diez ocasiones se ha registrado un 1-2 en el partido de ida de la Champions y en todos los casos el equipo que se impuso ese día fue luego el que logró clasificarse para la siguiente ronda. Todo juega en este sentido en contra de los valencianistas, que ya tienen bastante con intentar que no se les queden más futbolistas por el camino.
Salvo que haya un milagro con el estadio físico de Ricardo Costa, a Valverde le va a tocar tirar de los mismos que formaron su línea defensiva frente al Levante. O, lo que es lo mismo, con una pareja de centrales como Víctor Ruiz y Mathieu. Lo más llamativo es el caso del jugador francés, quien tras su calvario con los tendones de Aquiles ha tenido que salir a dar la cara por su equipo mucho antes de lo que podía imaginar.
Aun así, a Mathieu le ha cambiado la cara. Incluso ahora, después de cuatro enigmáticos años, se atreve a hablar públicamente en castellano. No es que se le vea suelto para contar chistes, pero al menos se esfuerza en quedar bien. Ayer, después del patinazo que acabó en gol del Levante («fue mala suerte pero no seré el último jugador al que le pase»), salió para decir que al fin ha olvidado las molestias físicas. «Estoy muy contento por jugar pero es verdad que tenía un poco de miedo en el inicio de partido. Al final me sentí muy bien porque no tengo ningún dolor». El galo no dejó escapar la oportunidad de agradecer «la paciencia» que ha tenido el club con él.
La larga inactividad ha situado al defensa en una posición de privilegiado espectador respecto al cambio de entrenador. A pesar de eso, Mathieu tiene su opinión formada al respecto y, dicho sea de paso, la expone con claridad meridiana. Pellegrino estaba equivocado. Lo dice así: «He estado al margen del grupo durante mucho tiempo pero he visto el cambio que se ha dado. En los primeros meses el problema es que hacíamos una defensa muy atrás. Y eso para mí no era el juego del Valencia. Llevo cuatro años aquí y el fútbol de este equipo siempre ha sido apretar el máximo posible en el campo del rival».
Eso es lo que tendrá que hacer el Valencia en París, en un campo en el que precisamente Mathieu ya ha jugado varias veces e incluso ha marcado (lo hizo con el Sochaux). «El PSG tiene muy buenos jugadores, será un partido diferente al del Levante. Tendremos que ser más inteligentes que en Mestalla».
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