En abril se cumplirá un año desde que se conocieron las primeras molestias del francés, que continúa en el punto de partida
C. V. | VALENCIA..-
Diez meses. Eso es lo que lleva Mathieu peleando con sus dichosos talones de Aquiles. Las primeras referencias que públicamente se conocen de las molestias del francés se remontan a abril de 2012 y ahora, en enero de 2013, parece que el futbolista vuelve a estar poco menos que en el punto de partida. Entre unas cosas y otras se lleva camino de tirar a la basura el equivalente a una temporada completa. Lo peor del asunto es que la amenaza del quirófano sigue estando presente. En el club admiten que esto se tenía que haber resuelto mucho antes.
Desde el viernes, tal como reconoció el propio Jordi Candel, lo del quirófano está más presente todavía. Vamos, que lo que hubiera podido solucionarse con celeridad a primeros de curso puede convertirse en la decisión definitiva en breve. Este jueves Mathieu volverá a recibir el dictamen del doctor Cugat, después de pasar una semana en Barcelona con un tratamiento que casi con toda seguridad hubiera podido recibir aquí.
Aunque con la nueva política del club el doctor Candel da cada semana un repaso más o menos completo a la situación de los jugadores afectados por diferentes lesiones, con Mathieu se han experimentado algunas sensaciones contradictorias a lo largo de tantas semanas de inactividad. Depende de a quién y cuándo se le pregunte, parece que la responsabilidad de este largo calvario recae unas veces en la cabezonería de Mathieu por esquivar el quirófano, en la postura flexible de los médicos del Valencia y/o en la apuesta por la línea conservadora de Cugat.
Cuentan por la ciudad deportiva una pequeña maldad que no va más allá de la categoría de anécdota pero da pie a poner algo más de luz a cómo es, por ejemplo, el principal protagonista de esta triste historia. Candel se fue con Mathieu en un coche con chófer del club y parece que entre ambos, en las cuatro horas que duró el trayecto hasta la clínica barcelonesa, el diálogo casi brilló por su ausencia.
Si Gago en los seis meses que suma como valencianista no ha acabado de integrarse, Mathieu lleva camino de batir todos los récords con ya más de tres años en la entidad. Eso sí, su rendimiento ha sido alto y sus lesiones escasas. Los percances más destacados fueron aquella rotura de ligamentos externos del tobillo izquierdo en campo del Brujas (2009-2010); una contractura en los isquios y una microrrotura en el sóleo de la pierna derecha (2010-2011), y unas molestias en los isquios que le obligó a descansar tres encuentros la temporada pasada.
En la última campaña ya se perdió los dos últimos encuentros por culpa del talón de Aquiles. Su último partido fue un Valencia-Osasuna (3 mayo). Por entonces sólo le molestaba un talón de aquiles, ahora los dos. Se fue a la gira por Estados Unidos ya entre algodones pero pasó el verano y la situación no sólo no mejoró, sino que además se ha visto seriamente agravada. 276 minutos lleva jugados a lo largo de este ejercicio.
Entre sus reticencias a operarse (sería de los dos talones) y su umbral del dolor, el Valencia ha tenido que reinventarse un nuevo lateral izquierdo.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2013-01-07/mathieu-diez-meses-perdido-20130107.html
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