El Valencia encarrilará su pase a octavos de la Champions si vuelve a vencer hoy al BATE BorisovEl gran temor extradeportivo es que Mestalla no registre una entrada como se merece una cita de Champions
J. CARLOS VALLDECABRES | | VALENCIA.-
Con una victoria esta noche podría ser suficiente para estar ya en octavos. Con eso está dicho casi todo. La UEFA establece que en caso de empate en la clasificación final de esta liguilla, habría que ver el balance de puntos que hubieran conseguido entre sí los equipos implicados. El atracón de Soldado con aquel 0-3 y el deseado triunfo de esta noche dejarían al Valencia con 9 puntos y obligarían al BATE a ganar uno y, cuanto menos, empatar otro en las dos jornadas restantes (para alcanzar los 10 puntos), suponiendo que los valencianistas se quedaran sin rascar nada en casa ante el Bayer o en Lille.
Hipótesis al margen, lo que es evidente es que el Valencia lo tiene todo de cara y quiere darse otro festín como el del sábado. Aunque es verdad que el grupo está abierto (el Bayern recibe hoy al Lille), los de Pellegrino se encargaron en el partido jugado en Minsk de darle un vuelco total al panorama.
Aquel 0-3 puso la proa valencianista en dirección a la siguiente ronda. Teniendo en cuenta aquella referencia y, sobre todo, lo que aconteció en Mestalla hace cuatro noches, no parece que el partido se les vaya a escapar de las manos a los de Mauricio Pellegrino.
Sobre todo, y aunque el entrenador exprese su satisfacción por una regularidad cogida con pinzas, porque lo mejor que le pudo pasar al Valencia no sólo fue cortar la racha del Atlético sino reencontrarse con unas viejas virtudes. Estas no sólo sirven para tapar carencias futbolísticas sino que, además, dan triunfos y generan confianza. Sin jugar bien, este equipo se ha dado cuenta de que puede resolver situaciones comprometidas.
Y ante esto, la visita hoy del BATE genera curiosas contradicciones. Por mucho que se diga que el BATE puso en algunos apuros a Valdes en Minsk, este rival no es el Atlético. Ricardo Costa se encargaba ayer de endulzar el supuesto poderío bielorruso («me dan más miedo ahora que en el partido de ida») pero fríamente la gran preocupación que tiene el club en días como éste es que Mestalla no esté a la altura de las circunstancias. La Champions atrae pero el BATE puede no enganchar a la gente. Ahí está la trampa y quizás también por eso mencionaba Pellegrino la importancia del público.
Estadísticamente, el BATE ofrece poca resistencia. Siete veces se ha enfrentado a un equipo español y siempre ha perdido. Es verdad que es el líder de su liga, pero la bielorrusa -con once integrantes- puede ser de todo menos competitiva a nivel europeo.
Llegan además Valencia y BATE de manera diferente a este choque. A los blanquinegros les vino de perilla para su ego el 2-0 contra el Atlético; horas después de que el BATE se diera un gran tortazo al perder 1-0 en campo del colista, poniéndose fin a una racha de 18 partidos que llevaban sin perder como visitante en todas las competiciones.
El Valencia suma en Champions siete partidos sin perder en Mestalla y si no se descompone esta noche caerá la octava. No entra en ninguna cabeza que los valencianistas cometan el error de meterse en líos como el del Villamarín. Sólo la tensión que genera un partido europeo ya perece que sea síntoma suficiente para pensar que no se cometerá el mismo error.
Piatti entra; Bernat, olvidado
Pellegrino parece que va a reservar lo del trivote para los días de visita. En casa, de momento se decanta por la fórmula de Jonas y Soldado. Otra cosa es despejar la incógnita del resto de componentes, porque no está claro si le abrirá la titularidad a Guaita; si dará tregua a Rami por sus molestias en la espalda pensando en Valladolid; si también dará descanso a alguno de los integrantes de la dupla Gago-Tino, o si, por la izquierda, le toca el turno a Viera en lugar de Guardado. De momento, lo único claro es que Pellegrino ha puesto al joven Bernat en una situación comprometida.
En una lista de 20 en la que destaca la vuelta de Piatti (se fracturó el brazo derecho el 7 de septiembre) y en la que el argentino y Parejo podrían ser quienes no se cambiaran, no entró Bernat, titular en el desastre colectivo del Villamarín. Ha sido el canterano el único descarte técnico. «Las decisiones las tomo pensando en el equipo. Antes pensé que tenía que jugar y ahora hay compañeros que lo pueden hacer mejor que él en este partido», resume sin entrar en más detalles Pellegrino sobre Bernat. Puede ser el prólogo de una cesión...
Hasta ese momento, el Valencia tiene tiempo por delante para fortalecerse en Europa y para enderezarse en Liga. Ganar hoy daría un aliciente extra a la cita de Valladolid, donde no estará Ricardo Costa. El portugués pasó de puntillas ante el hecho de que el club no recurra la segunda amarilla que vio que él considera totalmente «injusta».
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