Tras la ruptura del acuerdo con Newcoval, el club comienza a vislumbrar fórmulas para retomar las obras del nuevo estadio
A. BADILLO/M. RODRÍGUEZ | VALENCIA..-
Manuel Llorente ha hecho la maleta y ha viajado en busca del bien más escaso: el dinero. El presidente del Valencia estará durante prácticamente toda la semana en Dubái en busca de inversores. El dirigente ha volado con el director de márketing y comunicación de la entidad blanquinegra, Damià Vidagany. El club tiene una multimillonaria patata caliente: por una parte adeuda 219 millones de euros a Bankia y por otra, necesita otros 150 para retomar las obras del nuevo estadio una vez se frustrado el plan Newcoval.
Este viaje se parece mucho al que ya realizaron Llorente y Vidagany hace ahora un año. Entonces ambos estuvieron en diciembre en China para «estrechar lazos», lo que finalmente se tradujo en el acuerdo con Jinko Solar. Aquella incursión por el Lejano Oriente fructificó en un acuerdo de patrocinio con la empresa energética a razón de 1,4 millones por media temporada. Posteriormente ambas partes acordaron que el equipo blanquinegro luciría en su camiseta el nombre de la mercantil dos ejercicios más.
Manuel Llorente intentará cerrar durante su estancia en Dubái jugosos acuerdos con clubes, de esponsorización y giras del primer equipo que reportasen en los próximos años importantes beneficios al Valencia. En este sentido no habría que descartar que se buscase una fórmula para retomar las obras del nuevo Mestalla. Este podría incluir, por ejemplo, ceder el nombre del coliseo de Cortes Valencianas durante un periodo de tiempo. Ese tipo de acuerdos ya se han firmado utilizando la ciudad deportiva, que ahora se llama Jinko Solar.
Pero lo que está claro es que para que el Valencia pueda retomar las obras del estadio necesita un acuerdo de esponsorización, una vez Manuel Llorente tiene decidido no pedir otro préstamo para ello. Y es que bastante tiene el club con limar la deuda a Bankia, que expira a final de año. Ambas partes negocian tanto una prórroga como las condiciones. Como informó LAS PROVINCIAS, a cambio de esta fórmula de pago más ventajosa se negocia que el banco se lleve una parte de los ingresos extraordinarios, como la venta de jugadores.
El Valencia no renuncia para nada a acabar las obras del estadio. No obstante, el club tiene asumido que ha llegado el momento de picar piedra para conseguir nuevos ingresos. Desde el entorno del presidente se confía en varias posibilidades que existen para finalizar el nuevo Mestalla, aunque todavía en estado embrionario. Con el préstamo y el macroacuerdo inmobiliario (del tipo Newcoval) descartados, la vía de un gran patrocinio podría ser una salida.
Este viaje a Dubái no es el primer intento del presidente del Valencia por estrechar lazos con posibles clientes en Oriente Medio. Con diversas fórmulas y diferente suerte, de ahí salen fortunas que sustentan a importantes clubes europeos como el Manchester City, el Málaga o el Barcelona. En la junta general de 2011, Manuel Llorente desveló contactos con la familia real saudí. El club pretendía abrir una negociación para conseguir un patrocinio de la empresa Fly Emirates, mercantil que ya mantiene un importante acuerdo por el que rotula tanto la camiseta como el estadio del Arsenal.
El viaje de Llorente se produce días después de otra junta general, mucho más movida que la anterior. La irrupción de Paco Roig no ha hecho sino avivar a un presidente que aún digería la ruptura del plan Newcoval. Ante las acusaciones del exdirigente decidió presentar la querella que avanzó LAS PROVINCIAS, y quienes más lo conocen aseguran que el exabrupto del hombre que lo llevó al Valencia ha servido para revitalizar a Llorente.
El Valencia necesita esa aportación exterior para salir de una situación que le ha obligado a reducir su capital social y que le obliga cada año a clasificarse para la Champions como condición de supervivencia... y cada vez con plantillas menos competitivas por la continua venta de jugadores.
El club necesita ingresar todas las temporadas unos diez millones con traspasos. Esta cantidad se multiplica por tres cada año que no se disputa la Champions... y eso contando con que se cierre el acuerdo con Bankia para aplazar el crédito a cambio de una parte de los ingresos extraordinarios. Por ello, cualquier acuerdo que Llorente pesque de Dubái sería un buen remiendo.
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