El mandatario pasó por Paterna para tener su tercer cara a cara con la plantilla en cuatro días y Braulio habló de fichajes con Pellegrino
EDU PARRILLA | VALENCIA..-
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Hay parón liguero, pero el Valencia se mueve más que nunca. La crisis de resultados ha metido ciertos nervios en las venas de Manuel Llorente, que ayer volvió a pasar por la ciudad deportiva de Paterna y que de esta forma completó su tercer cara a cara con la plantilla en cuatro días. El presidente ya estuvo en el entrenamiento del lunes y también bajó al vestuario del Ciutat de València tras perder el derbi. Se trata de un ritual habitual que ya hacía Emery y cuyo objetivo es servir de arenga y aliento para la plantilla. Situarse en una posición estratégica para saludar uno a uno a los jugadores y animar a los pesos pesados del equipo para que quede claro que el cambio de dinámica es crucial.
También acude con la misión de tranquilizar a Pellegrino, muy dolido con la última derrota y que con sólo siete jornadas de Liga y dos de Champions da la sensación de estar con la soga al cuello. Fuentes del cuerpo técnico reconocían ayer el daño que ha hecho ese partido ante el Levante aunque se insiste en que la intención pasa por no agrandarlo y evitar hacer un mundo de ese mal resultado.
El máximo mandatario se trasladó hasta Paterna antes de que el entrenamiento diera comienzo y se marchó sobre las 11:20. Poco después era el director deportivo, Braulio Vázquez, quien acudía a las instalaciones para presenciar la última parte de la sesión y charlar con el técnico argentino. El principal tema de conversación entre el Flaco y Braulio fue la posibilidad de incorporar uno o dos jugadores en el mercado de invierno.
Recién empezado el mes de octubre, el club parece rectificar respecto a la planificación de la plantilla y la posibilidad de ampliarla es una realidad. De hecho, desde el cuerpo técnico se admite que la intención es realizar uno o dos fichajes aunque sin desvelar en qué posiciones. Pese a ello, se desprende que en el punto de mira está la demarcación de defensa y la de interior diestro, que hasta ahora son las que más problemas han dado.
La máxima prioridad de Pellegrino pasa por traer a un jugador que se desenvuelva tanto de zaguero como de pivote defensivo. Las características de Gago -poco dado a la recuperación de balón- y las lesiones de Albelda hacen pensar que se podría matar dos pájaros de un tiro si se ficha a un jugador del perfil de Maduro o Topal.
Más problemas puede haber para incorporar a un interior. Ayer la SER apuntaba el nombre del osasunista Álvaro Cejudo, por el que se habría negociado en verano y cuya cláusula es de 2,5 millones de euros. Pero si el club quiere realizar dos fichajes deberá dejar una ficha libre en la lista de inscritos en Champions. En Liga, con el alta de Canales, quedarán tres vacantes aunque uno esta reservado por norma para porteros. Sin embargo, en Europa Carlos Delgado cuenta como miembro del primer equipo, por lo que haría falta encontrar otro hueco.
No obstante, entre la marcha de Feghouli a la Copa de África en enero y la venta de Pablo, esa posición está debilitada por lo que se estudian salidas para compensar la plantilla. En ese sentido, Parejo es el que más opciones tiene para buscarse un destino aunque no se descarta una cesión para Pablo Piatti.
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