El refranero, que es muy sabio, dice que la venganza es un plato que se sirve frío. Al Valencia le ha llegado el momento idóneo para resarcirse de la eliminación de la Copa del Rey a manos del Barcelona once días después. Y, además, hoy tiene una ocasión para medir no sólo el orgullo, sino también la ambición. Desde que el Real Madrid y el Barça disputan una liga bipolar, una de las frases que más se ha repetido es aquella de que es imposible acabar primero o segundo a menos que uno, o los dos, fallen. Pues bien, el Valencia está ante una de esas oportunidades.
El conjunto de Guardiola ya mira a trece puntos de distancia al Real Madrid y los nervios, esos que siempre aparecen cuando las cosas no le van a uno bien, comienzan a aparecer en el Camp Nou. Pese a encarrilar la eliminatoria de Champions en Leverkusen, durante la semana de lo que más se ha hablado en la Ciudad Condal es de la ausencia de Piqué en ese partido, de Shakira, del guardaespaldas de Messi y del futuro de Guardiola. Temas que estaban descatalogados en las últimas temporadas.
Si el Valencia logra la victoria esta noche se pondrá a cinco puntos de la segunda plaza de la Liga. Hay que remontarse a la 2006-2007 para encontrar a los blanquinegros a menos puntos de esa posición: en aquella temporada a estas alturas de curso el Sevilla le sacaba tres puntos.
Desde que Emery se sienta en el banquillo de Mestalla no había estado a menos de diez puntos del segundo una vez disputada la jornada 23. Eso sí, el feudo blaugrana está siendo casi inexpugnable esta temporada. El Barcelona sólo ha dejado escapar un empate a cero contra el Sevilla, y ha encajado tres goles en los once partidos que ha disputado como local.
Para lograr el ambicioso objetivo de conseguir la victoria en Barcelona, el Valencia deberá acabar con su racha de cuatro derrotas consecutivas en el Camp Nou. Los de Mestalla no puntúan en feudo azulgrana desde el empate a uno de la temporada 2006-2007. Para encontrar una victoria hay que remontarse a la 2003-2004, en la que se impusieron por 0-1 con un gol de Ricardo Oliveira. Eran otros tiempos y aquel año acabó con el Valencia ganando la Liga. Desde entonces, los valencianistas sólo han sido capaces de marcar un gol en el Camp Nou, el de Pablo Hernández la pasada campaña, mientras que sus porteros han recibido quince.
Una estadística global que se puede ampliar en lo personal a Unai Emery y Roberto Soldado, que tendrán una nueva oportunidad de ganar al Barcelona, un equipo ante el que nunca han tenido la sensación final de una victoria. El técnico se ha medido en once ocasiones a los catalanes, dos al frente del Almería y nueve en el banquillo del Valencia, y su balance es de cinco empates y seis derrotas, con ocho goles a favor y veintiuno en contra. El delantero valenciano tiene en el Barcelona su gran asignatura pendiente del fútbol español. Se ha enfrentado a ellos en nueve ocasiones con un balance de seis derrotas y tres empates.
Emery cuenta con la baja de Banega, que se quedó en Valencia por molestias en la rodilla, y hasta última hora tendrá la duda del estado de salud de Jeremy Mathieu y Jordi Alba. El francés viajó ayer a Barcelona después de pasar la jornada del viernes con fiebre y en el entrenamiento de ayer por la tarde en la Ciudad Deportiva de Sant Joan d'Espí aún se mostró bajo de fuerzas, a pesar de que ambos completaron los cuarenta y cinco minutos de entrenamiento.
El catalán llega después de pasar toda la semana con gripe y, de jugar, tampoco lo hará en su máxima plenitud. Los servicios médicos del club han incidido en las medidas preventivas a los futbolistas porque, con los casos de Soldado, Diego Alves, Jordi Alba y Mathieu, existe el temor de que el virus acabe por convertirse en un problema. Tendrá la duda médica y también la duda en la portería. Ambos se encuentran ya al cien por cien, así que la decisión la tomará el entrenador a unas horas de que de comienzo el partido.
Guardiola cuenta con las bajas por sanción de Dani Alves y Mascherano con lo que Bartra o Montoya podrían entrar en el lateral derecho. Xavi Hernández volvió ayer a entrenar por el grupo y será duda hasta última hora, aunque Guardiola avanzó ayer que podría incluirlo en el once. Uno de los mayores peligros para la portería valencianista volverá a ser Leo Messi. El argentino, además, jugará motivado para poder marcar algún gol en el día en el que cumple 200 partidos ligueros con el Barça.
Cuando arranque el partido, el delantero ya habrá batido un registro de precocidad en el club ya que nadie antes había disputado dos centenares de partidos en Primera División con el Barcelona con menos de 24 años y 240 días.
El Valencia ha vuelto a tener menos días que el equipo catalán para descansar y preparar el partido, tal y como ha ocurrido en tres de los cuatro precedentes entre ambos clubes en los que llevamos de temporada. En esta ocasión son dos los días de ventaja con los que cuenta el Barcelona, que se enfrentó en la Champions al Bayer Leverkusen el martes, mientras que el Valencia aterrizó en Manises el viernes a las cinco de la madrugada después de disputar su partido contra el Stoke City.
La misma situación se vivió en los dos partidos de semifinales de Copa, ya que en ambos los de Guardiola descansaron un día más que los de Emery. En la ida, el 1 de febrero en Mestalla, el Valencia había jugado en Santander el domingo mientras que el Barcelona lo había hecho el sábado contra el Villarreal. En la vuelta, el pasado 8 de febrero en el Camp Nou, los valencianistas venían de jugar frente el Atlético de Madrid el domingo por la noche, mientras que el Barcelona habían disputado su partido frente a la Real Sociedad un día antes. Un motivo más para afrontar con ganas el choque del Camp Nou. La ambición del Valencia tiene hoy una prueba de fuego.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-02-19/prueba-ambicion-para-valencia-20120219.html
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