Si Vicente las sigue poniendo igual y Soldado y Aduriz continúan enchufándolas así, el Valencia puede empezar a respirar más tranquilo. Con el Guaje a trescientos y pico kilómetros y Silva platicando sobre el verde inglés, el equipo blanquinegro acaba de descubrir un nuevo idioma. Y lo mejor es que le funciona. Casi casi como manda la tradición: balón colgadito desde la banda e incluso desde la media distancia y cabezazo al más puro estilo del delantero centro, entrando por arriba y con todas las ganas del mundo. Curiosa forma la que ha escogido este Valencia para ganar y para enterrar las dudas e inquietudes de este agitado verano.
Que el Valencia gane el Naranja es una buena noticia. Que lo haga superando a un equipo italiano por 2-0, mejor. Si además esto se consigue gracias a los goles de dos de los seis fichajes, casi inmejorable. Y si encima es Vicente el que se ha encargado de poner del revés la situación, ni hecho adrede. Que Mestalla corease el nombre del nuevo capitán valencianista es posiblemente una de las mejores noticias con las que anoche pudo acostarse Unai, empeñado sin suerte en recuperar para la causa el año pasado al talentoso jugador de Benicalap. Este va a ser un año en el que todos van a tener que arrimar mucho el hombro para que el Valencia sea el Valencia y para que la Champions, sobre todo, no se convierta en un sueño fugaz.
Lo mejor de todo es que el Valencia no ganó ni con el insistente 4-3-3 ni con el viejo 4-2-3-1. Lo hizo, y eso tiene miga, con el 4-4-2, un dibujo que en todo lo que se lleva de verano no lo había probado ni una sola vez Unai. Soldado y Aduriz no habían compartido equipo nunca. Hoy en día parece difícil que dos delanteros -tampoco tiene el Valencia más- estén de salida. Como recurso la cosa cambia. Y viendo lo que sucedió en este Naranja, la verdad es que se puede tener en cuenta para el futuro.
Eso sí, de salida se despejaron otras dudas. Ya ha quedado más o menos demostrado que Unai va a tirar por el camino más fiable. Durante el verano ha mareado a casi todos, pero al fin y al cabo está en su derecho. Si cree firmemente que el 4-3-3 es un sistema que al Valencia le puede ir bien, estaba en su obligación el ponerlo en práctica. Nadie le tiene que reprochar que no lo haya ensayado. Pero por el respeto que siempre da el pisar el césped de Mestalla, esta vez el técnico apartó un recurso que no le ha funcionado y tiró de costumbre. Y nadie tuvo ninguna duda al ver la alineación que a lo que iba a jugar el Valencia era al 4-2-3-1, que es lo que va a jugar en la Rosaleda el primer partido de Liga. Y si no, al tiempo. El Valencia ha hecho un viaje de verano y ha vuelto al mismo sitio de donde partió, al dibujo que, al fin y al cabo, le ha metido en la Champions.
Que en el once inicial hubiera únicamente dos caras nuevas da también que pensar. Invita este hecho a sugerir que los de antes son bastante fiables o que los de ahora todavía no han cogido el aire a lo que Unai pretende, cosa que con tanta rotación de gente y de sistemas no extraña en absoluto. Por supuesto, la presencia de Ricardo Costa en el centro de la defensa no ofrece matices, al menos a priori, a los que podría aportar otro de los centrales del grupo. Del otro 'novato', la lectura hay que desarrollarla abarcando más conceptos. Soldado no es Villa pero tiene tanta hambre o más que el asturiano. Su gol, el cuarto de la pretemporada, es fruto de la ambición. Vicente se lo puso de cine pero el salto del valenciano fue bello y sumamente intencionado. Tanto, que la manopla del portero y el posterior toque en el poste no impidieron que el balón acabase entrando. El gol fue tan fácil de hacer como difícil de ejecutar. Talento y fuerza. Técnica y potencia. Y como con argumentos así a veces sobran añadidos, la historia se repitió a los pocos minutos con Aduriz poniendo su rubrica junto a la de Vicente. Un 2-0 que borró de un plumazo la monotonía que se dio durante muchos minutos. El Valencia vuelve a ganar un partido de verano. Contra cinco rivales había acabado con heridas y ayer se las curó. Pero quedan aún cuestiones que debe el entrenador suturar.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-08-19/pizca-talento-ambicion-20100819.html
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