#YoEstoyConelMestalla

Partidos del Valencia CF

Partidos del Valencia CF
Valencia CF - R. Sociedad

Partidos del Mestalla

Partidos del Mestalla
Valencia CF Mestalla - Atletic Balears

Partidos del Valencia Femenino

Partidos del Valencia Femenino
UD Collerense - Valencia CF Femenino

Plan de entrenamiento

Plan de entrenamiento
Martes 24 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Miércoles 25 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc. Jueves 26 de mayo | Entrenamiento a las 11h en Paterna. Primeros 15 mins abiertos a los mmcc.

ORGULLO

ORGULLO

lunes, 17 de mayo de 2010

El último vuelo de Baraja




Rubén Baraja, uno de los últimos futbolistas que ha marcado una época en el Valencia, se fue ayer. Disputó su último partido oficial con la camiseta del club en el que se consagró como uno de los grandes y en el que conquistó los títulos más importantes, tanto a nivel nacional como internacional. En el equipo en el que su trabajo le llevó también a vivir jornadas de gloria con la selección española. Y se fue en Mestalla, ante su público, ante los suyos, demostrando en el terreno de juego que todavía puede hacer disfrutar a los aficionados. No será, lamentablemente a los valencianistas. Tal vez en otro lugar, en otro equipo.

El Pipo vivió con toda seguridad la tarde más emocionante de su dilatada carrera. Desde antes de iniciarse el partido contra el Tenerife, Mestalla ya se encargó de ponerle los ojos vidriosos. Tuvo que contener emociones, apretar los dientes y ponerse a jugar, a canalizar como otras tantísimas veces el fútbol del Valencia. Y lo hizo. Volvimos a ver sus desplazamientos a cuarenta y cincuenta metros, sus pases en profundidad, algún sombrero, regates con la plástica que sólo él sabe imprimir. Volvimos a ver a Rubén Baraja en acción. Lástima que por última vez.

Y Baraja tuvo protagonismo desde los primeros instantes del partido. Justo cuando se cumplía el minuto ocho -cosas del destino, tal vez-, ejecutó una falta cometida sobre un compañero. Fuera del área. El Pipo colocó el balón, lanzó suave, sin excesiva potencia y el balón fue a estrellarse en el poste derecho de la meta tinerfeña. De los pies del futbolista castellano partían los mejores desplazamientos del cuero. Como siempre. Nada nuevo.

El juego colectivo, sin embargo, no fue bueno. Era el típico partido de telonazo a la Liga y se notó. En el Valencia, porque nada se jugaba. Y en el rival, porque le podía la presión del descenso. Los de Oltra, encogidos, parapetados atrás, eran incapaces de salir a la contra. Delante, Nino era un islote. Se mató a correr, esfuerzo totalmente baldío ante la falta de colaboración que encontró el pequeño delantero visitante.

Semejante panorama sólo podía desembocar en un dominio claro valencianista en todos los terrenos. Sin avasallar, sin pasar por encima del flojo rival que tenía enfrente, con tranquilidad, a veces con pausa en el manejo del balón. Era suficiente para mandar, para llegar y disponer de oportunidades muy claras de gol. Sin embargo, el tanto nunca llegó. Después de la relatada acción personal de Baraja hubo un derribo de Ricardo al Chori en el interior del área con todos los indicios de ser penalti. Velasco Carballo se lo comió. No quiso saber nada. Acto seguido, el ayer capitán del Valencia sirvió en profundidad como sólo él sabe hacerlo, poniendo el balón a pies del Chori, que lanzó fuera con todo a favor.

Y antes del descanso todavía hubo otra jugada polémica. El Chori entregó el cuero a Miguel y el centro de este lo remató Zigic con la cabeza. Aragoneses sacó el balón como pudo, dando la impresión de que había traspasado la línea. Lo dicho, sin forzar, el Valencia tuvo pasta para marcharse al intermedio con una buena renta a su favor. Faltó acierto y un arbitraje sin errores.

Tras el descanso, mismos parámetros y más ocasiones de gol para los de Emery. Muchas. Del Chori y de Zigic, ambos por partida doble. El punto de mira de los valencianistas estaba excesivamente desviado. La sensación era que por mucho que llegaran no habría goles lo que, dicho sea de paso, dejaba correr por las gradas más de una suspicacia, a pesar de que al Tenerife no le servía tampoco el empate.

Cualquier sospecha quedó disipada cuando el partido expiraba. Una galopada del reaparecido Mathieu acabó en córner. Ejecutado, en el segundo palo, apareció la cabeza de Alexis para llevar el balón a la red y dar la puntilla a un Tenerife excesivamente temeroso, que tuvo su única opción minutos antes en un remate de Culebras que Moyà se encargó de desbaratar.

De ahí, al final, con la prolongación del homenaje merecido a un Rubén Baraja que se fue como los grandes. A hombros y dando la vuelta al terreno de juego. Tuvo la despedida soñada. La merecida. Mientras, en un vestuario, el del equipo visitante, los jugadores del Tenerife derramaban lágrimas por su regreso a Segunda División. Es el fútbol. La cara y la cruz. El Pipo también se ha ido, pero de otra forma, a otro lugar, al Olimpo de los superclases del fútbol. Los isleños, al purgatorio.

Del partido, poco más se puede añadir. No fue, ni mucho menos, de esos que se guardan en la videoteca. Por momentos, incluso insulso, sin llegar al sopor porque todas las miradas se dirigían a Rubén Baraja y a cada una de las acciones en las que intervenía. Cada cierto periodo de tiempo, corto siempre, la grada coreaba su nombre. Cada vez con más fuerza a medida que se acercaba el final. El público pedía el cambio para rendirle tributo. Y Emery aguantó al máximo. Tras marcharse, gol de Alexis, que el malagueño dedicó a su compañero, obligándole a salir del banquillo para fundirse en un abrazo.

Por lo demás, se echó en falta a Silva y a Villa. Tal vez, ninguno de ambos tenga la oportunidad de despedirse de la afición del Valencia, porque sus destinos parecen estar alejados del club de Mestalla, adonde regresarán algún día como rivales. Habría sido bonito para el aficionado verles jugar, aunque hubiera sido tan solo algunos minutos. El destino dictará sentencia.

A quien sí hubo oportunidad de ver otra vez sobre el césped de Mestalla fue a Mathieu. El lateral francés, tras una espectacular recuperación de la intervención en el tobillo, jugó los últimos veinte minutos. Lo tenía metido entre ceja y ceja y logró su objetivo. Además, con protagonismo estelar, pues fue su perseverancia la que provocó el saque desde la esquina que dio origen al gol de Alexis, al gol que significaba la victoria y que daba el empujón final al Tenerife hacia la categoría inferior inmediata.

Punto final. Telonazo a la Liga. Ahora, a seguir buscando al sustituto de Baraja, búsqueda que viene de años, sin resultado.

http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-05-17/senor-honor-20100517.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario