La vuelta de Banega y Domínguez alivian a un Valencia asediado por las bajas que se mide al correoso Osasuna. Habrá otro gran desgaste.
Toca apretar los dientes. El Valencia se ve obligado una jornada más a tirar de las fuerzas que quedan, sin reservar un ápice de ellas. Olvidándose del trascendental encuentro del jueves en Madrid, porque lo que hay es lo que Emery pondrá sobre el tapete. Guardarse efectivos es un lujo que no está ahora mismo al alcance de los de Mestalla. Y la papeleta de hoy será dura. Al menos, en teoría. Después saldrá lo que los futbolistas quieran, sin embargo, de entrada, hay que atarse los machos y plantar cara como corresponde a un Osasuna con menos calidad, pero agresivo, con músculo y acostumbrado a convertir los partidos en batallas físicas. Dificultades, en suma, para quien pretende tocar y tocar, en busca de la portería contraria.
Los dos equipos necesitan apropiarse de los puntos por motivos bien diferentes. El Valencia, para continuar sumando en pos de una Champions que tiene más cerca cada jornada que pasa. Osasuna, para no verse metido de lleno en el lío del descenso, que ahora mira con relativa tranquilidad, aunque sin confianzas. Los de Camacho llegan con el cuchillo entre los dientes, después de perder sus cuatro últimos desplazamientos, a pesar de trabajar a destajo.
Por parte valencianista, nada nuevo. Es decir, los problemas habituales, los de siempre desde hace semanas para componer una defensa en la que las ausencias siguen siendo la nota predominante. A las bajas previstas por lesión de Miguel, David Navarro, Marchena y Mathieu desde hace tiempo, se une la de Alexis por sanción, sin olvidar que el central malagueño está también lesionado y en periodo acelerado de recuperación para estar disponible el jueves en el Calderón.
Al menos, queda el consuelo de poder repetir la misma defensa que actuó ante el Atlético de Madrid: Bruno, Maduro, Dealbert y Jordi Alba. Continuidad y también cansancio. Ventajas e inconvenientes que no queda otra que afrontar con la mayor entereza posible.
Unos metros más adelante, en el centro del campo, Unai Emery sí que tiene la opción de maniobrar. Repartir minutos y conceder descanso. El entrenador recupera a Éver Banega -también al 'Chori' Domínguez-, lo cual le permitirá reservar a Rubén Baraja para el encuentro europeo.
Banega llega a pleno rendimiento. Sancionado en la Europa League, no jugó la ida contra los de Quique Sánchez Flores y tampoco podrá disputar la vuelta. Todo apunta a que formará dúo con un Manuel Fernandes que ha reaparecido. Por fin.
Del mismo modo que en la medular, de ahí hacia adelante también se aventura alguna permuta. Un par de ellas. En la banda derecha habrá descanso para Pablo Hernández, con el deseo de que Joaquín vuelva a dar señales de vida y, si tiene el día, se trabaje la banda como hacía de forma continuada hace unos años, de manera excesivamente intermitente en los últimos.
Para las tres posiciones restantes en ataque también se barajan un par de alternativas posibles. La lógica y los hechos apuntan a que sería aconsejable conceder un respiro a Juan Mata, con mayor razón teniendo disponible al Chori, que no puede disputar el torneo europeo porque participó en la Champions con su anterior equipo. El argentino apunta a titular esta tarde, junto a Silva y Villa.
A partir de aquí, aparecen las dos alternativas que tiene el entrenador. Colocar al Chori como media punta, en labores de enlace, dando descanso al canario, o mantener a este en el campo, prescindir de Mata y que el Chori y Silva se alternen entre el centro y la banda. Ambos reunen cualidades suficientes para desenvolverse por una y otra zona y conectar con Villa.
Y, a partir de ahí, si el partido y el marcador lo permite, Emery podrá echar mano del recuperado Vicente, que viene ofreciendo signos positivos en los minutos últimos que ha tenido, con especial incidencia frente al Atlético de Madrid, asistencia incluida a Villa para que el asturiano estableciera la igualada definitiva.
Otro de los que tampoco se vestirá de corto esta tarde es Nikola Zigic, sancionado con un partido por su expulsión en Zaragoza. Si se atasca el marcador, Emery tendrá que inventarse algo diferente a lo que aporta el serbio.
Bajas rojillas
Por lo que hace referencia al conjunto que dirige José Antonio Camacho, no debe haber sorpresa de ningún tipo. Su estilo está perfectamente definido y no va a variar. Hacerlo sería poco menos que suicidarse. Perdería su propia identidad. El entrenador manchego también sufre algunas ausencias importantes, que tratará de que no se acusen en exceso. No puede disponer de Puñal y Juanfran por sanción, y de Dady y Delporte por lesión.
El equipo pamplonica, al menos, llega con el buen sabor que le dejó la victoria sobre el Almería en la pasada jornada, triunfo con el que rompió una racha de siete partidos consecutivos sin ganar, a pesar de que en algunos hizo méritos suficientes para, al menos, no salir derrotado.
Camacho parece tener decidido el equipo inicial que presentará en Mestalla. En defensa no afronta dificultades para alinear a los mejores, una vez que se ha recuperado a tiempo el lateral zurdo internacional Nacho Monreal.
El húngaro Vadocz reemplazará a Puñal en el medio centro, mientras que el sustituto de Juanfran será Calleja; este se colocará en la banda izquierda y desplazará a Camuñas a la derecha. Las posiciones más avanzadas serán para Pandiani, como segundo punta, y el más adelantado, Aranda.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-04-04/unidos-contra-todo-20100404.html
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