Emery recuerda que sin victoria no hay colchón

El técnico se niega a pensar en el choque del jueves y pide a los jugadores que no bajen la intensidad .

Unai Emery y sus jugadores están dispuestos a continuar luchando contra los elementos. Contra los que existen y contra los que puedan llegar. Contra todos. Una semana más, el técnico está con los hombres justos para hacer la convocatoria -vuelve a aparecer el canterano Lillo-, por culpa de lesiones y sanciones. A pesar de ello, el entrenador del Valencia asegura que no hay motivo alguno para bajar la guardia o sufrir un tropiezo. Se niega a admitar semejante posibilidad.
«Es verdad, volvemos a estar justos, nos quedan diecisiete jugadores de la primera plantilla, más Lillo, porque seguimos con siete bajas. Pero no es excusa, porque los jugadores están rindiendo bien y vamos a contar con el apoyo de nuestra afición. La suma de ambas cosas hará que el equipo se sienta fuerte», asegura Emery, consciente, al mismo tiempo, de las muchas dificultades que planteará un rival como Osasuna.
«Ningún equipo es fácil. Y ellos vendrán con un componente más de motivación por la derrota que sufrieron con nosotros en la primera vuelta. Será un partido con mucha tensión, porque ellos hacen un juego muy físico, directo, con presión constante, más aún en campo contrario que en el propio. Los partidos que les he visto fuera me han gustado», explica el técnico valencianista, quien se niega a guardarse nada pensando en el compromiso europeo del jueves y teniendo en cuenta que hay un buen colchón de puntos para asegurar la Champions. «En absoluto. Vamos a buscar ofrecer el máximo rendimiento, porque necesitamos sumar los tres puntos que habrá en juego y mantener el tercer puesto. Sin victoria no hay colchón y eso nos obliga a ser conscientes de los que nos jugamos. No podemos estar pensando en lo que viene después».
Al hilo de la charla mantenida con los jugadores en el vestuario sobre las excesivas expulsiones que se vienen sufriendo, Emery recordó que no debe haber ninguna más que sea producto de acciones innecesarias. «El equipo no puede perder la intensidad que requiere competir, a pesar de la alerta que hemos dado a los futbolistas. Lo que hay que tener presente es que la agresividad no se convierta en agresión ni en insultos. Esa alerta ya la hicimos antes y el equipo no supo interpretarla bien. Y vendrán expulsiones, pero que sean producto de lances del juego».

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