El técnico insinúa que no hará tanto cambio al admitir que la exigencia «es muy alta»
«El mejor regalo deportivo que podría recibir es la victoria del equipo en este partido. Con eso estaría satisfecho», afirmó ayer el entrenador valencianista, tras interrogarle por el obsequio que le haría más feliz por su 38 cumpleaños, el pasado martes. Unai Emery invitará a la plantilla a una cena, cuando regresen los internacionales de la próxima convocatoria.
El semblante del técnico cambió al recordársele las quejas de Manuel Llorente sobre los siete cambios en el anterior partido contra el Slavia en Mestalla. Se le preguntó si hoy le comunicará la alineación antes del encuentro. «El presidente tiene una comunicación fluida conmigo. Lo dijo porque lo sentía, después hablamos y no hay ningún problema. Él hizo pública su opinión, aunque lo normal es que hubiera sido interna».
A vueltas con las rotaciones, que confirmó que las habrá, aunque en menor medida, aseguró que «buscaremos ganar y los jugadores que salgan están capacitados para hacerlo. Sí que tendremos en cuenta los partidos acumulados, pero seguiremos estando igual de capacitados para lograr el triunfo. No será el mismo equipo de Málaga el que juegue ante el Slavia, pero la exigencia es muy alta y saldremos a ganar».
Sobre el gran ausente, David Villa, Emery se muestra seguro de que no se acusará su falta. «Tenemos el precedente del día del Barcelona y el equipo tuvo un rendimiento bueno. No podemos depender de ningún futbolista».
Emery negó que en la ida hubieran subestimado al conjunto checo y de ahí el sorprendente empate: «En ningún momento. Le tuvimos mucho respeto, igual que se lo tenemos ahora. Posee grandes futbolistas y si nosotros estamos desacertados y ellos aciertan, nos pueden ganar. Pero ni le perdimos el respeto entonces ni se lo vamos a perder ahora».
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