El club quiere recuperar la parcela antes de que Urbanas Levante entre en proceso concursal
El Valencia se encuentra en una encrucijada para salvar la joya de su patrimonio: el solar de Mestalla. Necesita 13 millones antes de fin de año para no perder la parcela que le vendió a Juan Soler. Con la empresa Urbanas Levante, propietaria oficial de la parcela, en las puertas del proceso concursal, el consejo que preside Manuel Llorente busca la fórmula que le permita recuperar el suelo valorado en 90 millones de euros. O lo recompra o los 51 millones que restan de la deuda a su favor se verán seriamente comprometidos. Ese es el problema "menor". El grande es que no podría disponer de todo el solar (pendiente de la reparcelación por parte del Ayuntamiento de Valencia) para venderlo como unidad. Juan Soler no ha aceptado la oferta del Valencia, que estaba dispuesto a abonarle 6,5 millones en efectivo antes del 8 de enero y pagarle el resto, a plazos, hasta 2011. El ex presidente sólo acepta el cobro de los 13 millones antes del 31 de diciembre, antes de que los administradores concursales se le echen encima. Con la caja prácticamente vacía, el Valencia no tiene liquidez para hacer frente a ese dinero. Pero necesita el solar para no aumentar su deuda a largo plazo. Como acreedor de Urbanas de Levante, perdería entre el 30 y el 50 por ciento de lo que resta por ingresar. Pero el traspaso forzado de la que iba a ser la primera torre de Mestalla también obliga al Valencia a responder ante los bancos. En concreto, a los 26 millones de euros que Soler entregó en pagarés y que el Valencia ya hizo efectivos con el Banco de Valencia. Los bonos de Urbanas Levante, que no fueron atendidos nunca por Juan Soler y vencen en marzo de 2010 -el banco concedió un año más al club en espera de liquidez-, ya no disponen de fondos. Así que el Valencia estudia el pago aplazado 26 millones, con lo que sumaría nuevos intereses en su capítulo de gastos. El desafío económico del Valencia es perder 13 millones de liquidez a cambio de no dejar escapar parte de sus activos, la base sobre la que sustenta su plan de salvación financiera. Con las 4 parcelas en su poder, el consejo podría ingresar un mínimo de 240 millones, cantidad que descendería a 180 en caso de que no recuperara la parcela de Soler. Las dos partes buscan una fórmula con la que salir favorecidos: ni Soler ni el Valencia quieren que el terreno sea "absorbido" por el proceso concursal. Menos liquidez a cambio de activosLa recompra de la parcela de Mestalla dejaría al Valencia con menos liquidez, pero sólo afectaría negativamente a sus números a largo plazo en caso de que en un futuro la vendiera por menos de 90 millones de euros. En términos financieros, el Valencia cambiaría 13 millones de "cash" y una deuda a su favor de 77 millones por un activo valorado en 90 millones. Así que las cuentas del club quedarían en la misma situación siempre y cuando fuera capaz de "tapar el agujero" antes del final de temporada. Teniendo en cuenta que hay 8 millones previstos de beneficios, el club dispone de un colchón para evitar otro balance deficitario. Con 44 millones de ingresos previstos por venta de activos y cerrada definitivamente la posibilidad de cobrar el dinero que debe Soler por la parcela, el Valencia se vería obligado, eso sí, a cubrir ese dinero con el traspaso de, al menos, una de sus estrellas. Una opción que sólo podría evitar si alcanza esa cifra con jugadores del perfil de Banega, Fernandes, Miguel o Joaquín. Mientras, el club sigue negociando con la UTE que construye el nuevo estadio para el reinicio de las obras. Un paso fundamental para reimpulsar la economía del Valencia una vez esté terminado. Como en el caso de la recompra de la parcela, falta liquidez para ponerlo en marcha.
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