la revolucion llega a paterna

Llorente tiene previsto reestructurar la cantera de cara al próximo curso. La economía de guerra obliga a sacar jugadores.«En los próximos tres o cuatro años no se va a fichar a ningún jugador por el que haya que pagar 18 ó 20 millones de euros», avisaba en la reciente Junta General Manuel Llorente. Este mensaje lleva implícito prestar más atención a la cantera y de cara al próximo curso va a haber una revolución en el fútbol base, ya que actualmente se han observado aspectos que no agradan y que en una economía de guerra no pueden tener cabida. A día de hoy, el presidente está metido de lleno en otros «agujeros económicos», pero ya ha hecho saber que se meterá en faena de cara al próximo ejercicio con tres pilares básicos: hay posiciones en el campo que deben cubrirse con futbolistas formados en la escuela, gestionar lo mejor posible la progresión de las principales figuras y ajustar aún más su presupuesto. Ahora lo más inmediato es salvar al filial del descenso a Tercera División, pero el Consejo que preside Manuel Llorente tiene en mente reestructurar la escuela al ver que algo no funciona. No se puede permitir el VCF realizar grandes desembolsos económicos. A la cabeza de todos viene el precio standard de 18 millones de euros que costaron Manuel Fernandes o Zigic, los 16 de Ever Banega, o remontándose más atrás en el tiempo, los 25 que aún está pagando el Valencia por Joaquín. Como tampoco resultó positivo desembolsar diez por Tavano. Esos dispendios no los permite la situación económica actual, pero eso no va a significar que la plantilla reduzca su potencial deportivo. Lo que quiere Llorente es no tener que fichar a jugadores que pueden sacarse perfectamente de la escuela, jóvenes que cubran con ilusión y mucho trabajo su rol dentro del primer equipo. ¿No ganó Rafa Benítez una liga con Javi Garrido o Curro Torres en el lateral derecho? Otro ejemplo es David Navarro. Obviamente no se les va a pedir a los responsables de la escuela que formen un David Villa, pero sí se va a estar muy encima de ellos para que ciertas posiciones de la defensa o del centro del campo sean cubiertas con solvencia por gente de la casa.En situaciones de economía de guerra es cuando más futbolistas han salido de la cantera valencianista, pero para que lleguen al primer equipo también hay que saber gestionar su progresión. A veces se tienen talentos y se dejan perder por varias razones, sueldos demasiado altos a las primeras de cambio o no darles la tranquilidad suficiente para que se asienten en el primer equipo. Para eso debe fijarse una línea clara a seguir, con entrenadores valientes para apostar por jóvenes, dándoles la suficiente tranquilidad para que crezcan sin la presión que pueda tener un fichaje pagado a coste de talonario. Ni se les puede exigir lo mismo ni a los canteranos se les debe tratar como unos suplentes más. Hay que darles cariño, pero siempre con un control para lograr que sean más competitivos. Sobre ese punto se valorará la opción de que los mejores canteranos puedan trabajar con el primer equipo y jueguen con el filial. ¿No es más válido Míchel que en su día Hugo Viana? Para eso debería tenerse una plantilla más corta, pero a la vez es más rentable deportiva y en económicamente, ya que es más difícil que esos futbolistas se acomoden