DESMEMORIATS / JOSEP LIZONDO. HOY Aun así no dejan de suceder cosas extrañas. Resulta que unos chinos que venían a trapichear se han destapado decentes, por el momento
VALENCIA.
En realidad se cumplió la semana pasada, pero me acuerdo ahora. El género 'opinión' era una plaza desconocida para mí, y sigue siéndolo en cierto modo, no me hago a ella, no tengo talento ni estilo y no sé concretar, perdiéndome al tercer párrafo y mareándome al quinto; me pasa como cuando me pongo traje y corbata, que me siento desnudo y ridículo, desubicado. En un año aquí creo que no he hecho ni una columna decente;me veo como Gattuso, un jabalí en estampida, pero en lugar de a por un balón, en busca de un diptongo.
Descubro que en todo este tiempo no dije nada de Gayà, ni de Alcácer, las modas en estos meses. La última vez que opiné algo de un Toldrá, referido a un conveniente interés del Arsenal - así de evidente fue la jugada - en un jugador suyo, Alberto, me hizo unfollow. A otro de otro periódico le paró el 4x4 en mitad de la calle, le bajó la ventanilla y le dijo nosequé y nosemenos por atreverse a discutirle la receta de la paella. Lo que denota que lo mío no fue nada, pero ya saben, el precio del unfollow se ha puesto al nivel de una patada en el ego.
Son doce meses, un año. Y han pasado muchas cosas. A estas alturas estábamos hablando de Alfonso Rus y sus pretensiones papales; de rusos chungos y yankees extraños; de bancos, aviones de oro, populismos, de guerras absurdas y de una Fundación que... ay esa Fundación... de un equipo muerto y del cabezazo de un camerunés. Pero nadie habló nunca de Wanda. Todo parece ahora un relato de otro siglo.
Aun así no dejan de suceder cosas extrañas. Resulta que unos chinos que venían a trapichear se han destapado decentes, por el momento. Han osado darle a la presidencia un respeto protocolario que perdió en tiempos de Gaspar Rubio. Y lo que es peor, se han puesto a valorar las jerarquías que ellos mismos mantuvieron. Incluso llegando a pedirle opinión y consejo al director deportivo; ese chico de perilla que iba para pelele en el mejor de los casos.
El entrenador que enchufaron, ¿se acuerdan de él?, lo encontrarán si visitan la web oficial y buscan en el apartado 'cuerpo técnico', va y alinea jugadores que 'no son de su cuerda' y deja en el banquillo a los que 'sí lo son'. Incomprensible.
Pero aún hay más. Cuando su representante, el de ese hombre luso, misterioso, que no sale en ningún sitio nunca, le pide al dueño, íntimos amigos, que le ponga 4 millones netos en el contrato éste pone uno 'perquè encara no ha fet res', dice. En chino, claro. Si el representante opina que es un buen momento para gastarse una millonada en Cancelo, la presidenta levanta el teléfono y le pregunta al de la perilla si el chico lo vale: 'no val ni tres perres', le contesta. Y en consecuencia deciden no gastarse una soldada en el otro representado del amigo del dueño. Cómo no va a estar la foto movida, si venían unos delincuentes y apareció esta gente.
En el plano deportivo las cosas también cambiaron mucho. Que el VCF perdiera no le importaba a casi nadie, era una situación cómoda; que ahora gane molesta cada vez en más sectores, lo cual es una gran noticia.
Aunque en estos instantes vemos al equipo entrando en un escenario mucho más complicado. Llegar a la jornada 29 con posibilidades de competir por algo más ha sido positivo, el grupo creció durante el curso, jornada a jornada, y se acabó aquí. Un aplauso. Ahora afronta el tramo del calendario que peor se le dio en la primera vuelta (2 puntos de 12) formando parte del pelotón, la situación advierte que el mínimo traspiés puede tirar por la borda el trabajo de todo un año.
Y ese es un componente de peso, porque más que por el resultado tendrá que lidiar con la presión, la tensión, la psicología. No es lo mismo afrontar el envite con 20 jornadas por delante que hacerlo en ese instante en el que ya no hay margen de reacción. Aquí se mesurará realmente en qué nivel se encuentra la bestia y cuál es su verdadera naturaleza.Ahora empieza la liga de verdad.
Con todo, llámenme raro, yo me fío de un equipo que sólo perdió uno de los últimos dieciséis partidos que jugó; y me fío mucho más de un tipo que se presenta a las entrevistas luciendo chanclas con calcetines blancos (las personas que salen así no tienen nada que esconder) que de un engominado con corbata.
En un año han cambiado muchas cosas. Sí. Ahora el VCF dibuja sonrisas en el rostro de su gente en lugar de despertar depresiones. Su presidente ya no es un bocas, sino una mujer respetable, y mientras los periódicos españoles sólo hablan sobre escándalos y corruptelas de sus amados clubes, los valencianos, en general, sólo publican buenos resultados y noticias positivas. Lo que nos dice que el Valencia, como siempre, sigue yendo al revés del mundo.
Aunque hay cosas que siguen como las dejamos; yo sigo sin saber de esto, por ejemplo, y lo que es peor, sin la personalidad ni el carisma de Gattuso me quedo en un simple jabalí. Al menos, veamos el lado positivo, sé lo que soy. Que ya es mucho saber.
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