El jugador se ejercita con el recuperador, cumpliendo así los primeros pasos para la fase final de su puesta a punto definitiva
Precisamente otro de los que podría estar desde ayer en Las Rozas entrenándose a las órdenes de Del Bosque es precisamente el valencianista que falta para completar el grupo de elegidos en Mestalla: Álvaro Negredo. En lugar de eso, el exdelantero del City está viviendo su particular 'dejà vu' con el Valencia.
El futbolista no se ejercitó ayer con sus compañeros de equipo. Lo hizo en solitario, acompañado por uno de los recuperadores que tiene el Valencia en Paterna.
Lo llamativo es que Negredo está cumpliendo en estos momentos el mismo proceso que experimentó hace un par de semanas. En aquella ocasión, el jugador internacional solía aparecer por la jaula de Paterna acompañado por el mismo recuperador para hacer sus primeros ejercicios sobre el césped. Ayer, en lugar de ir a la jaula estuvo durante algunos minutos en el mini estadi. Allí, calzando zapatillas (como ocurría también en los días precedentes), realizaba una suave carrera y algunos ejercicios de toque con el balón. Pero muy suave.
Se podría decir que Negredo está quemando las primeras etapas de la fase final de su recuperación. El retroceso que tuvo la semana pasada ha provocado un sensible cambio de planes. Al no haber campeonato este fin de semana que viene y una vez superada la cita contra el Atlético de Madrid, el objetivo que se ha marcado en estos momentos no sólo el cuerpo médico sino el propio futbolista es llegar listo para Riazor, dentro de dos domingos.
Ahora predomina la prudencia. Teniendo en cuenta además que el equipo está lanzado, se quieren evitar riesgos totalmente innecesarios, y más tratándose de un jugador que viene de una intervención en el pie. Fue Negredo el que desvelaba hace unos días que todavía no se había formado callo en una de las zonas afectadas. Todo tiene su tiempo. El delantero ya había participado con el grupo en algunas sesiones y fue precisamente en una de ellas cuando sufrió de nuevo dolor, lo que le dejó seriamente tocado. En el mismo momento en el que se resintió enfiló el camino del vestuario, despertando entonces las alarmas y la preocupación. El objetivo es no que no vuelva a suceder.
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