Igual que Pedro negó en tres ocasiones, Jeremy Mathieu ya ha protagonizado un trío de cónclaves, con su figura como epicentro, en los que ha quedado claro que su postura es casi inamovible. El galo se quiere ir, el Barça es su destino predilecto y, aunque no presionará ni forzará una salida del Valencia, ya ha pedido a Rufete cara a cara quese abra a una negociación con el director deportivo culé, Andoni Zubizarreta.
Tras el encuentro entre los responsables deportivos hace unos días en Peñíscola, Mathieu aprovechó la visita de su agente Alex Bonnot para promover un encuentro cerca de su domicilio este lunes. El hotel Husadel complejo residencial Mas Camarena fue el lugar escogido. Allí, durante casi hora y media, Mathieu y Bonnot comunicaron a Rufete su decisión.
Incluso, este diario ha podido saber que el central ya ha comunicado a algunos de sus compañeros en el vestuario valencianista su decisión de hacer las maletas este verano y cambiar de aires, con Barcelona como destino.
A sus treinta años, Mathieu puede estar ante su última oportunidad de coger el tren del FC Barcelona, que le ha seguido en temporadas anteriores pero cuyo interés nunca había pasado de palabras al viento. Tras la llegada de Luis Enrique, al fin el club blaugrana tiene intención de plasmar los magníficos informes que tiene del defensor en una oferta en firme.
Mathieu y Bonnot explicaron a Rufete que no existe intención alguna de perjudicar al club con su decisión. A los motivos deportivosesgrimidos por el galo se une la incertidumbre debido al bloqueo en la compra del club por parte de Peter Lim. La inseguridad del futbolista no es aislada, ya que como capitán conoce de primera mano la situación de muchos de sus compañeros que tampoco tienen claro su futuro en la entidad.
EL CLUB SE HACE FUERTE: CLÁUSULA O NADA
El jugador instó a Rufete a negociar, pero el manager general le espetó que la postura del Valencia es inamovible: quien le quiera deberá pagar la cláusula de rescisión -veinte millones de euros- con los correspondientes impuestos, elevando la cifra de la operación por encima de los 30 ‘kilos’. Mathieu respondió que, sin dejar de respetar dicha postura de fuerza, le gustaría que el club estuviese abierto a negociar con el Barcelona y no se cerrase en banda a la posibilidad de alcanzar un acuerdo.
Mientras Mathieu y Rufete esperan, cada uno a su manera, que el Barcelona mueva ficha de una vez y presente al fin una oferta en firme, en la Ciudad Condal varios medios apuntan a la posibilidad deincorporar futbolistas con los que el Barcelona no cuenta paraabaratar la operación.
El nombre de Cristian Tello ha vuelto a salir a la palestra: objeto de deseo de Braulio la temporada pasada, el canterano culé ha pasado prácticamente inédito todo el curso 2013-2014 y se le señala como moneda de cambio en la operación por Mathieu. De momento, el Valencia se remite oficialmente a la cláusula del galo y no realiza comentarios respecto a la reunión entre el jugador y el manager general este lunes.
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