@ManoloMontalt
Ahora que está de moda hablar de millones de euros con una facilidad un tanto pasmosa (la culpa es de cómo está el mundo del fútbol, y de nadie más), y ahora que parece que vienen ‘los dineros’ de Lim si se arregla con el banco, y ahora que parece que se puede aspirar a refuerzos de más entidad que aquellos a los que has podido aspirar años atrás… es momento de parar la pelota, bajarla al pasto y mirar alrededor.
Desde la semana pasada vengo reclamando cordura. Todos tenemos claro que hay mejorar los números de la campaña que finaliza ahora en el Valencia CF. Pero si no se quieren perder las raíces de un club -esas que alimentan el “sentiment”-, habrá que combinar lo que venga de fuera sin descuidar lo de dentro.
Y por dentro me refiero a la cantera. Pocas horas después de que el Valencia CF aterrizara en Hong Kong vestido con su flamante ropa Adidas -por cierto, impactante y pionera manera de estrenar equipajes al tratarse de la primera vez en la historia que un equipo sube a un avión vestido de una marca, y baja de él vestido de otra-, el filial de Curro Torres certificaba su permanencia en el grupo tercero de la Segunda División B).
Y digo bien: el filial de Curro Torres. Porque una vez se tuvo que tomar la complicada y dolorosa decisión de destituir a Nico Estévez, no hubo mucha gente dispuesta a hacerse cargo de un filial inmerso en una dinámica de caída libre. A Curro no le temblaron las piernas, dio un paso al frente y viró lo que pudo el rumbo de la nave. Lo hizo rozando la quilla contra algún cascote -hubo de jugar el play-off de permanencia-, pero salvó la situación, que es al fin y al cabo de lo que se trataba.
Espero que le den a Curro el premio de seguir (se lo ha ganado) y espero que haya una planificación como Dios manda para un filial que lleva demasiadas temporadas salvando el cuello sobre la bocina.
La Global Academy necesita un buque insignia fuerte. Tanto la temporada anterior como esta que acaba ha comenzado el año con un entrenador y la han acabado con otro (Ventosa/Paco López en la 2012-2013, y Estévez/Curro en la presente). La planificación este año ha sido mala. Sin interior izquierda casi todo el año -por poner un ejemplo- ha acabado ocupando José Luis Gayá esa posición. Te fuiste a por un portero, Yeray, cuando el porterazo lo tenías ya fichado, Jaume Doménech.
El filial necesita pasar, al menos, un año en el que no sufra para mantener la categoría en Segunda B. Para que los futbolistas puedan jugar más tranquilos y desarrollar las facultades para las que teóricamente se les ficha. Y como consecuencia de ello, hay que seguir dando frutos para el primer equipo.
Reconozco que me gustó mucho ver a 11.000 espectadores en el encuentro decisivo contra el Algeciras. Es una noticia más que agradable. Más que nada, porque a todo el mundo le hace ilusión ver de vez en cuando a un ‘xiquet del Mestalleta’ con la primera plantilla. Un Bernat, un Alcácer, e incluso un Gayá de vez en cuando también remueven el “sentiment” en el aficionado de a pie. Son gente de la casa, y con ello también se alimenta el valencianismo.
Fichar mola mucho, de acuerdo. Pero un buen proyecto se construye con bases sólidas como una buena cantera y un filial fuerte. Señores dirigentes, cuídenlos porque, con más o menos dinero, ellos siempre serán una garantía de futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario