El técnico argentino aterriza hoy en Valencia y el club se reforzará con más incorporaciones, que dependerán de dar salida a jugadores descartados y la posible entrada de un inversor - El primer objetivo es recuperar el estilo batallador perdido
V. CHILET | VALENCIA
El valencianismo confía su futuro a Juan Antonio Pizzi, confirmado desde ayer a mediodía como nuevo técnico del Valencia y que aterrizará hoy por la mañana en Manises. Al técnico argentino, en su primera aventura europea, se le va a pedir que rescate al equipo blanquinegro de su actual indefinición futbolística, y que lo mantiene anclado como un conjunto de mitad tabla. Una resurrección parecida a la que protagonizó en su día Claudio Ranieri, en la temporada 97-98, y que sentó las bases de la época triunfal entre 1999 y 2004. O, en un ejemplo más reciente, el Cholo Simeone con el Atlético.
Pizzi, que será presentado oficialmente el lunes, escapa al patrón de juego que ha perseguido el Valencia en los últimos años, con una tendencia al toque que no ha acabado de cuajar, y su estilo se basaría en recuperar el espíritu combativo del que ha hecho gala el equipo blanquinegro en sus mejores años y que tan bien ha identificado a San Lorenzo. El Ciclón se ha mostrado como un conjunto batallador, sin un juego especialmente vistoso pero muy eficaz, que fue ganando en consistencia con victorias de prestigio ante grandes rivales como Boca Juniors, River Plate o Racing de Avellaneda. Uno de los defectos que se le achacan recientemente al Valencia, que ha visto cómo el Real Madrid, por ejemplo, vive su mejor racha histórica de victorias en suelo valencianista.
La reconstrucción blanquinegra pasará primero por recuperar la seguridad defensiva y que se verá complementada con fichajes inmediatos en el mercado de invierno. Los refuerzos se verán condicionados a los cambios societarios que padezca el club. Si se consolida la entrada de Peter Lim, el millonario singapurés atraído por el actual presidente Amadeo Salvo, se dispondría de más capacidad adquisitiva para acometer fichajes de gran nivel. De retrasarse la llegada de Lim, o de cualquier otro inversor, los fichajes se verían supeditados al traspaso a otros clubes de jugadores que no han contado en el primer tramo y tienen buen cartel, como es el caso de Hélder Postiga.
La llegada de un delantero es uno de los objetivos prioritarios. El seguimiento a Ángel Correa, estrella de San Lorenzo, viene de lejos, aunque su salida es complicada ya que su club quiere que sea el gran referente en la próxima Copa Libertadores. Otra de las alternativas estimadas por Pizzi sería el del joven delantero de 19 años, también de San Lorenzo, Héctor Tito Villalba. Otro de los nombres que han salido a la palestra en la prensa argentina es el del delantero Lucas Pratto, apodado el Oso (1,89 metros, 25 años), con experiencias dispares en Noruega, Chile e Italia pero que en Vélez Sarsfield, su club actual, ha vuelto a rendir a un notable nivel. En todo caso, a pesar de la distancia clasificatoria de diez puntos, en el Valencia no se da la temporada por perdida y se exigirá a Pizzi entrar en la próxima Liga de Campeones.
Pizzi, que será presentado oficialmente el lunes, escapa al patrón de juego que ha perseguido el Valencia en los últimos años, con una tendencia al toque que no ha acabado de cuajar, y su estilo se basaría en recuperar el espíritu combativo del que ha hecho gala el equipo blanquinegro en sus mejores años y que tan bien ha identificado a San Lorenzo. El Ciclón se ha mostrado como un conjunto batallador, sin un juego especialmente vistoso pero muy eficaz, que fue ganando en consistencia con victorias de prestigio ante grandes rivales como Boca Juniors, River Plate o Racing de Avellaneda. Uno de los defectos que se le achacan recientemente al Valencia, que ha visto cómo el Real Madrid, por ejemplo, vive su mejor racha histórica de victorias en suelo valencianista.
La reconstrucción blanquinegra pasará primero por recuperar la seguridad defensiva y que se verá complementada con fichajes inmediatos en el mercado de invierno. Los refuerzos se verán condicionados a los cambios societarios que padezca el club. Si se consolida la entrada de Peter Lim, el millonario singapurés atraído por el actual presidente Amadeo Salvo, se dispondría de más capacidad adquisitiva para acometer fichajes de gran nivel. De retrasarse la llegada de Lim, o de cualquier otro inversor, los fichajes se verían supeditados al traspaso a otros clubes de jugadores que no han contado en el primer tramo y tienen buen cartel, como es el caso de Hélder Postiga.
La llegada de un delantero es uno de los objetivos prioritarios. El seguimiento a Ángel Correa, estrella de San Lorenzo, viene de lejos, aunque su salida es complicada ya que su club quiere que sea el gran referente en la próxima Copa Libertadores. Otra de las alternativas estimadas por Pizzi sería el del joven delantero de 19 años, también de San Lorenzo, Héctor Tito Villalba. Otro de los nombres que han salido a la palestra en la prensa argentina es el del delantero Lucas Pratto, apodado el Oso (1,89 metros, 25 años), con experiencias dispares en Noruega, Chile e Italia pero que en Vélez Sarsfield, su club actual, ha vuelto a rendir a un notable nivel. En todo caso, a pesar de la distancia clasificatoria de diez puntos, en el Valencia no se da la temporada por perdida y se exigirá a Pizzi entrar en la próxima Liga de Campeones.
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