NUEVO Y A ESTRENAR
El Valencia Club de Fútbol se mide en competición europea al equipo ruso del Kuban Krasnodar, equipo en el que milita el exvalencianista Ángel Dealbert, quien afirmaba en una entrevista en ‘La Taula Esportiva’ no tener mucha noción del idioma ruso. El Valencia está en una situación parecida.
El equipo de Mestalla ha contado por victorias sus tres últimos partidos. Desde aquel 22 de septiembre, cuando se disputó el partido Valencia-Sevilla con victoria local, la plantilla tiene un nuevo aire. Un nuevo aroma conseguido bajo la premisa del ‘maestro’ Salvo. Ese día la clase magistral postpartido quedó tan clara que el Valencia, poco a poco, va aprendiendo la lección.
Amadeo Salvo dio con la tecla necesaria para que los alumnos valencianistas hincaran los codos en el pupitre y aprendieran la siguiente cuestión: Djukic será su entrenador pase lo que pase de aquí al final de la temporada. Tienen que ser un equipo, un bloque sólido de compañeros y amigos para sacar a flote una asignatura que se complicaba: el proyecto Gloval. Sí, está el aval, la Fundación y otras historias propias de cuentos de terror. Pero esto es un equipo de fútbol, no lo olviden.
La materia quedó clara. Y no, no piensen que estoy ‘chalado’ y digo que el Valencia juega como los ángeles y que se me cae la baba al verle jugar. Pero no me hagan caso a mí. Mejor a Djuka, nuestro entrenador. Sus palabras fueron claras: “Lo primero era hacer un equipo sólido, equilibrado y solidario en la defensa. Siendo un equipo y permaneciendo unidos creceremos en fútbol”, concluyó el de Sabac.
Parte de esta hoja de ruta se ha cumplido. Ahora el equipo se lo cree, es solidario en las ayudas y siempre pelea hasta el final, de una manera u otra. Pero ahora toca ir por otro camino. A las fotos de Joao Pereira me remito. Hay que ser un equipo en todos los aspectos y jugar mejor y más agresivo. El Rayo Vallecano no puede dominarte en Mestalla como si tu fueras la presa y el un león hambriento.
Toca aleccionar a estos futbolistas un idioma difícil y complicado. A estas alturas no les resulta ajeno y desconocido pero todavía les cuesta hablarlo. Balbucean palabras sueltas por momentos. Porque esta es un habla singular que necesita su tiempo, pero que todos los grandes llevan consigo.
Me refiero al idioma ‘Joao Pereira’. Me refiero a la casta, al pundonor, la agresividad. Me refiero a tratar a cada rival con el mismo rasero. A salir a muerte a por el enemigo. El equipo no baja los brazos y pone empeño, pero hace falta dominar. La historia del Valencia, por mucho que hayan unos cuantos que la quieran hacer olvidar, es la de un equipo grande, aguerrido, incómodo. ‘Bronco y Copero’ le llamaban.
Tal vez sea cierto que a la mayoría de la plantilla no le puedas pedir eso. Pero con aleccionamiento y constancia seguro que se consigue. A muchos no les gustará y se sentirán, en cierta manera, molestos con esto que voy a decir a continuación. Pero yo quiero ver al Valencia de Djukic jugar como el Atlético de Madrid. Si es necesario que Djuka se replantee su estilo de juego, pues a ello. Pero, mirando el espejo del Manzanares, uno se da cuenta de que así es muy difícil que te ganen. Ahora, a por los rusos.
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