Ángel Yuste, socio 1561, se queja del desplazamiento de abonados antiguos para ampliar la Grada Jove
V. CHILET VALENCIA
Ángel Yuste, mecánico de Massamagrell de 62 años y socio 1561 del Valencia, cambiará su asiento en Mestalla en el sector 2 por primera vez en treinta años. No lo hará por voluntad propia, ni tampoco ha sido consultado. Ángel es uno de los socios afectados por la ampliación de la Grada Jove, que ha extendido su aforo de 1.500 a 2.500 espectadores, con el objetivo de aumentar su poder de animación, como así quedó reflefejado en el partido contra el Milan, en el que el estadio subió su presión y decibelios.
No es un motivo un motivo suficiente para Yuste, que cree que al club le ha faltado tacto: "Nos han tirado, no nos han reubicado. No se ha consultado nada y de repente socios de toda la vida, que veíamos juntos el fútbol juntos desde siempre, nos han obligado a marcharnos a otros sectores del campo. Muchos son mayores y no quieren ir a otros graderíos más altos por lo que han optado por no renovar. La gente está disgustada", relata Yuste, que asegura que el club ha ofrecido a los damnificados, una vez cumplido el proceso de renovación de abonos, "poder elegir el asiento que queramos con un 10 % de rebaja sobre el precio". Yuste ve el fútbol junto a su hijo y su nieto y ha acabado renovando los abonos, pese a su enfado, en el sector 9, en la misma altura de campo pero en la portería contraria: "Nos va a dar más el sol cuando hace buen tiempo, pero da igual".
En opinión de Yuste, que medita presentar un escrito de protesta al club, "se podrían haber esperado a que se hiciese el campo nuevo y que no se molestase a nadie. Y menos a los que llevamos desde 1983 en la misma localidad y hemos animado hasta en Segunda división. Parece que sean los jóvenes los dueños del club, y muchos no habían nacido cuando ya estábamos aquí". El Valencia, asumiendo que la medida podía ser "traumática" para muchos socios, ha optado por esta solución para dar salida al único sector del estadio que se llenó el año pasado y que tenía demanda de más espectadores, como la Curva Nord, e intentar causar "los menores problemas posibles" a los abonados sentados en los sectores 3 y 2, respectivamente.
No es un motivo un motivo suficiente para Yuste, que cree que al club le ha faltado tacto: "Nos han tirado, no nos han reubicado. No se ha consultado nada y de repente socios de toda la vida, que veíamos juntos el fútbol juntos desde siempre, nos han obligado a marcharnos a otros sectores del campo. Muchos son mayores y no quieren ir a otros graderíos más altos por lo que han optado por no renovar. La gente está disgustada", relata Yuste, que asegura que el club ha ofrecido a los damnificados, una vez cumplido el proceso de renovación de abonos, "poder elegir el asiento que queramos con un 10 % de rebaja sobre el precio". Yuste ve el fútbol junto a su hijo y su nieto y ha acabado renovando los abonos, pese a su enfado, en el sector 9, en la misma altura de campo pero en la portería contraria: "Nos va a dar más el sol cuando hace buen tiempo, pero da igual".
En opinión de Yuste, que medita presentar un escrito de protesta al club, "se podrían haber esperado a que se hiciese el campo nuevo y que no se molestase a nadie. Y menos a los que llevamos desde 1983 en la misma localidad y hemos animado hasta en Segunda división. Parece que sean los jóvenes los dueños del club, y muchos no habían nacido cuando ya estábamos aquí". El Valencia, asumiendo que la medida podía ser "traumática" para muchos socios, ha optado por esta solución para dar salida al único sector del estadio que se llenó el año pasado y que tenía demanda de más espectadores, como la Curva Nord, e intentar causar "los menores problemas posibles" a los abonados sentados en los sectores 3 y 2, respectivamente.
Expectación en las taquillas
La goleada contra el Inter tuvo un efecto contagio en la afición , que ayer se acercó en un buen número para sacar entradas para el partido de presentación ante el Olympiacos del sábado. Ayer era también el día para la reubicación de abonados, por lo que ayer las colas llegaban hasta la avenida de Aragón.
La goleada contra el Inter tuvo un efecto contagio en la afición , que ayer se acercó en un buen número para sacar entradas para el partido de presentación ante el Olympiacos del sábado. Ayer era también el día para la reubicación de abonados, por lo que ayer las colas llegaban hasta la avenida de Aragón.
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