Salvo espera convencer al técnico, que tiene enla mesa un proyecto largo y ambicioso de Urrutia y a quien Zubizarreta sigue marcando de cerca
Juan Carlos Villena | .-
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Ernesto Valverde comparecerá el jueves ante los medios de comunicación dentro de las declaraciones previas al decisivo partido del sábado frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, donde el Valencia se juega la cuarta plaza que le dé acceso a la previa de la Liga de Campeones. Hoy es martes. En esas poco más de 60 horas, teniendo en cuenta que su alocución se producirá sobre la una de la tarde, el técnico extremeño tendrá que decidir muchas cosas. Entre ellas, qué discurso hace público respecto a la decisión que, cual margarita, medita en las últimas semanas. Porque el club de Mestalla no es el único que se ha interesado por Valverde, algo lógico tras su gran trabajo al frente del equipo desde que sustituyera al fallido experimento de Pellegrino. El entrenador aseguró el domingo, tras la victoria ante el Granada, que antes del partido contra el Sevilla podría dar alguna novedad con respecto a su futuro, tras reunirse con Amadeo Salvo y Braulio Vázquez. El cónclave decisivo, del cual se guarda un secretismo digno de la Capilla Sixtina, se producirá hoy si no hay cambio de rumbo.
Allí el próximo presidente del Valencia tiene la misión de convencer a Valverde para disipar todas las dudas que la agitación social le han provocado. El Txingurri, ya de por sí receloso y reservado, no olvida que el único día en que hizo un guiño público para quedarse dimitió Llorente como presidente unas horas después. Salvo sigue teniendo la esperanza de que su argumentario va a seducir a Valverde y que el extremeño aceptará la propuesta de renovación. El próximo gestor del club ya lanzó un primer mensaje al técnico cuando habló, en la presentación de su proyecto deportivo, de que no se iba a vender a los jugadores referentes. Ese mensaje iba dirigido exclusivamente a Valverde, que ya expresó el temor al propio Salvo en la primera toma de contacto con respecto al potencial de la plantilla para la próxima temporada dada la situación económica.
El actual preparador valencianista deshoja una margarita en la que aparecen pétalos rojiblancos y blaugrana. Valverde tiene encima de la mesa una propuesta del presidente del Athletic, Josu Urrutia, que le ofrece un proyecto sólido. Con un montante económico que supera a la primera y de momento única propuesta del Valencia. Al club vizcaíno si algo le sobra es dinero, sobre todo tras la venta de Javi Martínez, e intentará incorporar este verano a Beñat, Mikel Rico, Kike Sola y Etxeita, además de recuperar a Mikel Balenciaga. El proyecto, además, posibilitaría al técnico volver a su entorno familiar y tendría el plus de inaugurar el nuevo San Mamés.
Pero el Athletic no puede ofrecer el caramelo de la Champions, algo que el Valencia aspira a conseguir el sábado, por lo menos para la fase previa. El que sí disputa cada temporada la Liga de Campeones, y no tiene problema de proyecto, es el Barcelona. Valverde se ha convertido en el favorito de Zubizarreta en caso de una futura salida de Tito Vilanova y el director deportivo del Barça, a través del agente del técnico, sabe desde hace mucho tiempo que Ernesto conoce tal circunstancia. Desde su etapa en el Olympiakos. Un interés, a medio plazo, que el Barcelona no quiere desactivar puesto que a día de hoy nadie, dentro del club catalán, puede asegurar el futuro laboral de Vilanova. En el Camp Nou verían con buenos ojos que Valverde no renovara con el Valencia o sólo lo hiciera por un año, para tenerlo siempre controlado. El Athletic, por el contrario, sólo aceptaría un contrato largo.
La Fundación considera que el discurso público de Valverde, quien el viernes censuró la decisión de Montanier de declarar que no sigue la próxima temporada porque puede despistar a sus jugadores cuando se juegan la Champions, sería incompatible con una negativa a la propuesta de renovación antes del partido contra el Sevilla. Porque fue el propio técnico el que declaró el domingo en Mestalla que durante la semana habrían novedades.
Si el nuevo equipo gestor valencianista mantiene la propuesta de renovación a Valverde no es debido a la presión de la grada, sino porque está convencido de que se trata de la persona idónea para comenzar a aplicar el nuevo modelo deportivo. Al extremeño no le tembló el pulso a la hora de sacar del vestuario a Gago en el mercado de invierno y ha exprimido la mejor versión futbolística de Banega y Parejo, dos jugadores que estaban destinados a la venta antes de su llegada al banquillo. La reconversión de Mathieu al puesto de central, con aviso incluido a Rami, y los puntos conseguidos son otros de sus avales.
Con el triunfo ante el Granada, Valverde suma 47 de los 69 puntos en juego en los 23 partidos que ha dirigido al Valencia en Liga, un 68,1%. La victoria también asegura a los de Mestalla la mejor segunda vuelta de la competición liguera desde 2002, donde Rafa Benítez sumó 42 puntos para llevar al equipo al primero de los dos títulos de la última etapa dorada. Desde entonces el mejor registro estaba en 34 puntos, conseguidos en el año 2004, el de la segunda Liga de Benítez, y 2011, la mejor marca en una segunda vuelta de Unai Emery. El sábado los hombres de Valverde afrontarán el encuentro de Sevilla con 35 puntos sumados desde el ecuador del campeonato. Llegar a los 38 aseguraría la cuarta plaza. Unos números, y una gestión, que avala la continuidad de Valverde. Pero la pelota está en el tejado del técnico, que debe decidir entre el Valencia, el Athletic o esperar a medio plazo al Barça. Él decidirá si hay fumata blanca en el cónclave.
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