El técnico siempre ha dicho que su principal requisito para renovar con el Valencia es tener las condiciones de trabajo adecuadas El consejo decide tomar como referencia lo que ganaba Pellegrino y no los 1,2 millones netos de Emery
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
Dicen quienes aseguran conocerlo más o menos bien -y ya es difícil eso por el carácter extremadamente reservado que posee- que entre las prioridades que tiene Ernesto Valverde, lo de ganar dinero no está ni mucho menos ubicado en la lista como primera condición. El entrenador valora un conjunto de cosas pero sobre todo concede mucha importancia al hecho de estar a gusto en lo profesional y en lo personal dentro del club. Pues bien, en el Valencia va a tener una buena oportunidad de demostrar si esta condición es o no verídica porque el consejo blanquinegro está más decidido que nunca a actuar con mesura a la hora de plantear el sueldo que quiere pagarle.
De hecho, fue ese uno de los asuntos que quedaron claros por parte de los consejeros en la última reunión que tuvieron. La negociación con Valverde, al igual que en los casos de Mathieu y Ricardo Costa, coincide en un momento de extrema delicadeza en cuanto al aspecto que envuelve al futuro de la entidad. Con Bankia a la expectativa con el tema de las acciones de la Fundación y sin resolver todavía la refinanciación de esos 200 y pico millones de euros que debe el club al banco, la directiva ha echado el freno de mano de una manera enérgica a todo lo que significa pagos de fichas.
Por eso, cuando Llorente planteó este tema en la reunión, el resto de componentes de la directiva lo tuvo claro de inmediato. Hay que seguir, y ahora más que nunca, aplicando la tijera. A Valverde se le quiere renovar y todos dan por hecho que así va a ocurrir, pero ni mucho menos se dará esta circunstancia a cualquier precio. Lo que ganaba Unai Emery en el último contrato que le hizo Llorente parece que queda de una época lejanísima. El ahora técnico sevillista percibió en su última temporada como blanquinegro 1,2 millones netos, algo impensable en los parámetros actuales.
A Pellegrino ya le tocó ajustarse a esta nueva realidad. También es verdad que el argentino venía al Valencia con un currículo exiguo; pero cuando Manuel Llorente habló con él y supo lo que Pellegrino exigía económicamente, casi se llevó una sorpresa. No dudó en firmarlo por esos dos años, que luego por cierto tanto dolor de cabeza y críticas le han supuesto: 1,4 millones brutos, de los cuales Pellegrino percibía 900.000 euros y sus tres ayudantes (Compagnucci, Macaya y Xavi Tamarit) el medio millón restante.
Pues bien, la propuesta que Llorente trasladará a Valverde se moverá en esos parámetros, aunque lógicamente el presidente tiene la potestad de estirarla dentro de unos márgenes en función de cómo transcurra la negociación con el entrenador e Iñaki Ibáñez, su representante (el mismo que Unai Emery).
Un año de contrato es lo que quiere el Valencia ofrecer de salida. Valverde percibe por estos siete meses de trabajo en el Valencia unos 700.000 euros aproximadamente.
Para antes del comprometido partido del Calderón puede estar ya resuelta o al menos encauzada esta negociación que a día de hoy sigue pendiente. El presidente valencianista lleva desde antes del partido de vuelta con el PSG aguantando cada día la pregunta sobre cuándo va a tener ese cónclave. Ayer, Llorente acudió a primera hora de la mañana a la ciudad deportiva y se marchó media hora después de que el equipo empezase a entrenarse.
No es la primera vez que Llorente va a Paterna y desde luego ese no era ni el lugar ni el momento para hablar de un tema tan trascendente como su renovación. El presidente, no obstante, pretende esquivar la atención mediática.
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