El Valencia pide a Bankia un respiro de 3 años

H. GÓMEZ. HOY El Valencia pelea por obtener tres años de carencia en los que pagaría únicamente intereses, como ahora, y no amortizaría capital. Eso le evitaría un pago de unos 16 millones anuales, por lo que mantendría el nivel deportivo, y le haria ganar tiempo para vender las parcelas.

VALENCIA.

Los años de carencia que Bankia le concede al Valencia es ahora mismo la clave de la negociación que mantienen ambas entidades para la refinanciación del préstamo 200 millones de euros que el club de Mestalla debe al banco. El Valencia exige tres y Bankia no quiere que sean más de dos. La carencia es el tiempo que una entidad financiera le permite al prestatario abonar únicamente intereses y no amortizar capital.

Cuando a finales de septiembre se rompió la operación ‘Newcoval', la intención de Manuel Llorente, y lo que pidió al banco en las primeras negociaciones, fue refinanciar el préstamo en veinte años con cinco de carencia, según han asegurado fuentes del club aPlazaDeportiva.com. Sin embargo, la respuesta del banco fue negativa.

Bankia expuso al Valencia que estaba dispuesta a refinanciar la deuda en un plazo máximo de quince años y preferiblemente sin ninguna carencia. Es decir, que el club de Mestalla tuviera que abonar desde el primer año los intereses del préstamo (hoy paga 16 millones anuales) más la amortización de capital correspondiente a cada temporada, que podría rondar los 16 millones de euros, algo a lo que el Valencia CF se negó.

Manuel Llorente, ha utilizado como argumento de fuerza en las reuniones con los directivos de la entidad financiera el alto grado de responsabilidad que ha mostrado el club a la hora de hacer frente a cada uno de los pagos. Además, ha tratado de explicar a Bankia lo importante que es para la sociedad, como club de fútbol, no perder más potencial deportivo del que ha perdido en los últimos años, ya que ello conllevaría también una bajada de los ingresos y por tanto repercutiría en negativo para el banco, ya que disminuirían sus garantías de cobro.

Según fuentes conocedoras de la negociación "las dos partes están obligados a entenderse porque a los dos le compensa ganar tiempo". Esta afirmación se explica porque ahora mismo el Valencia no puede asumir el pago del total de la deuda, y el banco sabe que si obliga a la entidad de Mestalla a pagar desde el principio intereses más capital ahogará de tal manera al club que a la larga puede serle contraproducente.

Para el Valencia es básico obtener un margen de unos años de carencia que le permita ganar tiempo en su búsqueda de un comprador para las parcelas del actual estadio de Mestalla. Llorente pelea con Bankia para conseguir que ese margen sea como mínimo de tres años. Ese será el tiempo que tendrá la entidad valencianista para conseguir cancelar su deuda con el banco.

Si en esos años de carencia el Valencia CF no consigue pagarle al banco, el banco ejecutará unas garantías de pago, que quedarán pactadas desde el momento de la firma de la refinanciación, durísimas para la entidad de Mestalla. Es decir, el banco se asegurará el cobro anual de la cifra de los intereses, unos 16 millones de euros, más al cifra anual de amortización de capital, unos 16 millones de euros.

El banco se garantizaría el cobro de esos alrededor de 32 millones de euros pignorando parte de los ingresos que el club obtiene anualmente por los derechos de televisión, patrocinadores y por disputar competiciones europeas principalmente, ya que esas son las partidas presupuestarias más altas del club.

Si llegará ese momento, al Valencia no le quedaría más remedio que bajar un escalón deportivo, ya que directamente sus gastos financieros ascenderían de 16 a algo más de 30 millones de euros. Eso provocaría que el presupuesto de plantilla debería disminuir, así como el dinero destinado a los fichajes, que debería salir casi exclusivamente de lo que se ingresara por ventas. Todo ello contando con que el club lograra todas las temporadas su clasificación para la Champions League, ya que si un año no fuera así el club se vería obligado a una reestructuración total a nivel deportivo y económico, evidentemente a la baja.

La negociación entre el Valencia CF y Bankia sigue en marcha y debe cerrarse antes del final del 31 de marzo. Ese día finaliza el plazo que se dieron para alcanzar un acuerdo. El Valencia quiere, y necesita, un margen para vender las parcelas y el banco está, casi, obligado a darle ese margen al club de Mestalla si quiere conseguir cobrar el total de su dinero.

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