Un once habitual de Valverde ha supuesto en concepto de traspaso unos 53 millones, casi cuatro veces menos de lo que ha invertido el rival
C. VALLDECABRES | VALENCIA..-
Dicen algunos malintencionados que cuando a Manuel Llorente Martín se le aprietan las clavijas, el presidente del Valencia toca a rebato y saca su lado más descarado asegurando que el dinero, por lo que ha ganado con su trabajo, ya no es lo que le motiva profesionalmente (no hay que perder de vista el mando de la LFP). Pero dinero, lo que se dice dinero, es lo que tiene Nasser Al-Khelaifi, un jeque de 38 años sin postizos. Este hombre, antiguo tenista, es la cabeza visible de Qatar Investment Authority, algo así como el equivalente a la Fundación del Valencia (o mejor dicho la Generalitat) pero a lo bestia.
QIA se ha convertido en el propietario global e indiscutible del Paris SG. Allí no hay ni Dalports, ni Alvarados, ni tampoco candidatos alternativos. Si aquí el vicepresidente José Císcar no sabe todavía cómo se van a enjuagar esos 86 millones de euros que se le deben a Bankia, en la capital francesa no hay discusión alguna sobre quién y por qué manda. Al-Khelaifi es un presidente que aterrizó en 2011 (se dice que Sarkozy fue su impulsor) y se le metió entre ceja y ceja ser campeón de Francia (la última Liga fue en 1994) y colarse en el top-5 europeo.
No ha conseguido todavía ni una cosa ni otra. Pero si en la liga francesa está en el buen camino (es líder sin perder en lo que llevamos de 2013 y a 6 puntos del Lyon), por la vía europea se le cruza el Valencia en estos octavos que tienen mañana su primer capítulo en Mestalla. Se verán dos equipos que representan polos opuestos. Por un lado, el Valencia ejemplariza la restricción en el gasto. Por otro, el Paris SG es la opulencia. Desde Catar, precisamente uno de los puntos donde ha ido a sembrar el Valencia, no han reparado en gastos y este imperio energético del jeque ha tapizado de billetes al equipo parisino.
El desembolso protagonizado por Al-Khelaifi es descomunal. A Leonardo, el ex valencianista y responsable deportivo del club francés, le ha dado casi todo lo que ha pedido y un poco más. Nada que ver con el perfil con el que se ve obligado a trabajar Braulio Vázquez. En dos años se le han inyectado al PSG más de 250 millones de euros solamente en concepto de fichajes. Al margen está lo que se paga cada año en sueldos. El de Ibrahimovic, por ejemplo, es escandalosamente escandaloso -como diría Llorente- con 14,5 millones de euros, lo que ha llegado a provocar incluso el enfado público del Gobierno francés.
Y contra tipos como el delantero sueco (lleva 20 goles en Liga) van a tener que pelear mañana los valencianistas. Al menos en el coeficiente UEFA de esta temporada el Valencia -cuarto- no está tan lejos del conjunto francés -segundo-. Los de Valverde igualan a puntos con el Barça mientras que por delante del PSG está el Borussia Dortmund. La clasificación la establece la UEFA a partir de los resultados y puntos sumados en la fase de grupos.
En realidad, de poco servirá eso este martes. Tampoco sirve a priori pensar en una supuesta comparativa de lo que han costado los fichajes de ambos equipos. Un once más o menos habitual del Valencia y que bien podría ser el que eligiera Valverde este martes estaría rondando los 47 millones de euros, prácticamente lo que ha venido a pagar el PSG por el brasileño del Sao Paolo Lucas Moura (40 más otros 5 por diferentes conceptos).
Ancelotti, que fue criticado a finales del año pasado, maneja un grupo de renombre y al que ahora David Beckham pone la guinda más glamourosa, si bien el inglés no estará contra el Valencia. Sin contar los 42 millones que se pagaron por Thiago Silva (lesionado) al Milan ni los más de 10 que costó quitarle al Valencia el fichaje de Kevin Gameiro (también se hizo con el pretendido Van der Wiel por 6), la diferencia entre el once blanquinegro y un teórico once parisino es de 120 millones, casi lo mismo que falta para acabar el nuevo Mestalla.
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