El presidente de la Fundación dimitirá el 14 de febrero al reconocerse incapaz de encontrar una solución para devolver el crédito
JOSÉ MOLINS jmolins@lasprovincias.es | VALENCIA..-
La Generalitat se ve abocada a asumir la deuda del máximo accionista del Valencia. El Gobierno valenciano deberá hacerse cargo del crédito que Bankia le concedió a la Fundación para ser la dueña del club en 2009 -ampliado en 2010 para pagar los intereses- y que ahora ésta última no puede devolver. Además, deberá hacer frente a los 4,8 millones por los intereses de 2012. En total, el Consell tiene ante sí un problema de 85,8 millones de euros. El máximo accionista, en la reunión del patronato que se celebró ayer, admitió su incapacidad para encontrar una solución económica y su presidente, Társilo Piles, anunció que dimitirá el próximo 14 de febrero.
Piles ya comunicó la semana pasada que la Fundación no podría pagar los 4,8 millones de euros de intereses, y ayer lo reiteró definitivamente en el patronato. Previamente, la comisión económica, creada específicamente para solucionar el conflicto financiero, realizó su tercera y última reunión, de forma muy breve. En apenas diez minutos se dio por finalizada esta cita. Aunque en principio iba a disolverse esta comisión, finalmente quedará viva, pero sin funciones, hasta el propio día 14. Quedará latente por si en cualquier momento apareciera de manera milagrosa un recurso económico de última hora que arrojara luz al asunto, pero en la próxima reunión del patronato pondrá fin a su corta existencia.
A continuación, se reunió la Fundación, en un encuentro de sólo 50 minutos, el más corto hasta la fecha. Entre los más de 30 asistentes, Manuel Llorente, quien quiso agradecer públicamente la labor realizada por la Generalitat, fundamentalmente para avalar en 2009, a través del Instituto Valenciano de Finanzas, el crédito que en ese momento concedió Bancaja.
¿Y qué va a ocurrir ahora? El próximo día 31 expira el último plazo que la entidad financiera concedió para devolver los 4,8 millones de euros de intereses que se deben desde agosto de 2012. Bankia puede ejecutar el aval para cobrar el dinero o no ejecutar. Si lo hace, tiene la opción de quedarse con las acciones, que son la garantía del aval, y ser el dueño del club, algo que no le interesa porque no le asegura cobrar lo que prestó. Pero puede también renunciar a esa primera pignoración y requerir la segunda, cuya potestad la tiene la Generalitat. Entonces el Consell debería pagar los casi 86 millones a Bankia, y se quedaría con las acciones. Esta posibilidad ya la advertía LAS PROVINCIAS en el mes de junio.
La otra posibilidad es que Bankia no ejecute el aval. Eso dejaría momentáneamente a la Fundación con las acciones. Mientras, la entidad financiera y la Generalitat deberían llegar a un acuerdo para devolver el dinero del crédito, sin pasar por el traumático escalón de una ejecución bancaria. No obstante, en la Generalitat sostienen que el dinero avalado por el IVF está garantizado, es dinero contable, y su cobro por el acreedor no peligra, pero abonar ese dinero para salvar al Valencia, teniendo en cuenta la grave situación económica de la Comunitat, supondría una decisión que acarrearía muchas críticas.
Los patronos afirmaban ayer que ahora mismo nadie sabe qué va a pasar. Creen que Bankia no ejecutará y negociará un acuerdo con el Consell para que le devuelva de alguna manera el dinero, pero nadie se atreve a asegurarlo públicamente. En el Valencia argumentan que tras los últimos cambios en la cúpula del banco no saben con exactitud quién debe tomar esta decisión. La Fundación, dueña del club, está en manos de Bankia.
Así se lo reconoció Társilo Piles ayer a los patronos. «No hay viabilidad para lograr soluciones, Bankia tendrá que tomar una decisión ya, no va a conceder más prórrogas, no está previsto, los plazos ya los han agotado», señaló el presidente del organismo. Piles anunció que, al verse en un callejón sin salida, dejará el cargo. «El 14 de febrero convocaré al patronato y presentaré mi dimisión», indicó. Lo pudo haber hecho ayer, pero decidió dar ese margen para evitar que su marcha se considerase una huida y para que los patronos puedan tomar la decisión con tiempo de si quieren presentarse al cargo. Y también, porque Piles se va de viaje hasta el día 11. Curiosamente, cuando se creó la Fundación en 2009, él también estaba fuera de la ciudad.
«No considero que la iniciativa de hacer máxima accionista a la Fundación haya sido un fracaso, porque si no se hubiera hecho, el club probablemente ahora mismo no existiría, se hubiera desintegrado. El esfuerzo ha valido la pena, ya que el Valencia como sociedad anónima está funcionando bien, inmerso en competiciones importantes y reduciendo la deuda», manifestó Piles. El todavía presidente del patronato recordó también que en la etapa de Soriano «con Villa, Silva y un equipo de gala quedaron sextos», mientras que al año siguiente con Manuel Llorente en el cargo «fueron terceros y con menos deuda».
El presidente de la Fundación reconoció que la última idea que estaban estudiando en los últimos días también es imposible. La semana pasada anunció que iban a buscar una última vía de solución, pero tras las reuniones oportunas, la operación no se antojaba viable. Ante esta tesitura, Piles le comunicó a Bankia esta semana que el día 31 no podrán pagar. «En 2009 se marcaron bien las garantías del crédito, y tal y como entraron las acciones en aquel momento a la Fundación, ahora saldrán. Bankia y el IVF lo harán como crean oportuno al tener pignoradas las acciones», comunicó el dirigente.
Hace unas semanas, la entidad bancaria propuso a la Fundación aumentar el crédito a 86 millones para así cubrir la deuda de los intereses, pero la Generalitat se negó a aceptar la propuesta. La argumentación fue que eso sólo aplazaba el problema hasta agosto, cuando vencía el siguiente plazo de los intereses, también de 4,8 millones, y que el Consell no iba a avalar más dinero al dueño del Valencia.
Los patronos abandonaron la reunión de ayer con rostro serio. El concejal de deportes del Ayuntamiento, Cristóbal Grau, quiso mostrar optimismo, y señaló que Bankia puede proponer fórmulas alternativas para conseguir una solución, mientras que el consejero del Valencia, Pepe García Roig, fue más duro: «Hemos llegado a una situación lamentablemente esperada por todos».
Bankia concedió un crédito de 75 millones de euros a la Fundación en verano de 2009 para que se convirtiera en máxima accionista en la ampliación de capital que salvó la vida al club. El objetivo de las instituciones con esa maniobra era impedir a Dalport, que en aquel momento intentaba comprar el Valencia, acceder al poder. Se buscaba una solución transitoria que diera estabilidad y mientras, hallar un comprador para que se hiciera con los títulos. «Cuando se diseñó la operación ya sabían que la Fundación no genera dinero», señaló Piles.
Pero no ha aparecido ningún inversor. Para pagar los intereses de 2010, se amplió el préstamo en 6 millones, dejándolo en 81. A esa cifra se le suman los 4,8 de este nuevo plazo de intereses, a un precio de Euribor +3,5 con un tope del seis por ciento, lo que hacen un total de 86 millones. Y el próximo 27 de agosto, si no se ha solventado la deuda antes, ese dinero impagado aumentará en 4,8 millones más por el siguiente plazo de intereses, lo que supondría 90,6 millones.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2013-01-18/generalitat-abocada-duena-valencia-20130118.html
Al final se ha demostrado una vez mas que era una maniobra para que Dalport o quien fuese no entrara a hacerse cargo de este club,como entidad es mas grande de lo que parece.
Una maniobra estudiada por los mandatarios de esta comunidad y por la entidad financiera que entonces era la principal acreedora del Valencia cf.
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