Ernesto Valverde ha reflexionado sobre esta cuestión y ha llegado a afirmar que cambiará el método de trabajo para evitar las recaídas entre sus jugadores
J. BALLESTA/C. V. | VALENCIA..-
O algo no se ha hecho correctamente o el Valencia tiene toda la mala suerte del mundo, al menos por ahora. El problema es que en el club tienden a pensar que va más por la primera opción que por la segunda. Aunque es posible porque esto es deporte, no parece del todo lógico que el equipo esté siendo constantemente torpedeado con las lesiones. Físicamente, los jugadores están sufriendo en este sentido. Demasiada gente en la enfermería, demasiados percances musculares.
Lo sucedido en el largo fin de semana de Pamplona ha sido el punto culminante porque han llegado a caer hasta cuatro futbolistas, lo que ha influido seriamente en los planes que tenía previsto llevar a cabo Valverde. Ya tiene que jugar con lo que hay, y menos mal que aún así ha conseguido enlazar el conjunto valencianista tres triunfos consecutivos -incluyendo el de Lille-, algo que sólo había ocurrido una vez (contra Llagostera, Atlético y BATE).
De hecho, el técnico no dudó en mostrar su contrariedad sobre este asunto. Durante la mini concentración del equipo en Pamplona, Ernesto Valverde repasó los últimos percances y fue claro al respecto. «La de Gago es una baja importante. Estoy preocupado por los problemas musculares que está habiendo: Víctor Ruiz, en Lille; ahora, Gago; Valdez sufre una sobrecarga, Guaita también tiene un golpe... Vamos a ver qué ocurre», comentó en el transcurso de la rueda de prensa previa a la cita de Copa.
Sólo unas horas después, durante la sesión vespertina celebrada en Tajonar, Valdez y Tino Costa se vieron obligados a retirarse, de nuevo por problemas musculares. El paraguayo ya arrastraba una sobrecarga de días anteriores. Su compañero argentino se vio afectado por idénticas molestias, en su caso en el sóleo, motivo por el que se decidió que no disputara finalmente el partido contra los navarros.
Valverde llegó a comentar en la rueda de prensa mencionada que, en función de lo que viera durante los días siguientes, variaría el sistema de entrenamientos. «Vamos a cambiar la forma de entrenar», dijo, con la esperanza de poner remedio a la plaga de lesiones.
En el gráfico que se adjunta a esta información se detallan una por una las lesiones que han afectado a los valencianistas esta temporada. Hay que tener en cuenta que hay tres casos que merecen una atención diferente. Por un lado está el caso de Canales, a quien en enero está previsto que se le dé el alta médica tras su segunda operación de rodilla.
Después está la situación de Banega, que venía de una operación importante la temporada pasada y que poco a poco está cogiendo el ritmo y la condición adecuada (ha disputado ya tres partidos completos). Y, por último, el caso de Mathieu, que no sólo tiene en alerta a los médicos, sino también al cuerpo técnico y, sobre todo, a la dirección deportiva. Hasta tal punto producen inquietud los talones de aquiles del francés que el Valencia contempla lanzarse a la caza de un lateral zurdo en este mercado de invierno. Hasta que se tenga claro si Mathieu sale de una vez por todas del túnel, no ha habido otro remedio que parchear la ausencia de Cissokho con Guardado.
En busca de la solución
Es lógico pensar que ante el cúmulo de percances musculares, desde el cuerpo técnico blanquinegro se haya preguntado seriamente por esta situación, sobre todo a los médicos. Saber a qué puede ser debido esto ayuda sobre todo a intentar ponerle remedio. Se había apuntado incluso que se celebraría una cumbre para exponer abiertamente qué ha podido pasar. De momento, lo que sí han habido son conversaciones para tratar de encontrar el camino correcto.
Cuando un entrenador está más de un año en un equipo, existe una continuidad en lo que al trabajo físico se refiere. Ahora, el relevo en la dirección del equipo ha dejado al descubierto -como suele pasar cuando hay problemas- un sistema de trabajo que no a todos convencía. Además, en el club existe la opinión de que se había advertido a Pellegrino y su equipo de trabajo al respecto. Otra cosa es que finalmente creyeran estos que algo no hacían del todo bien en lo que a planificación física se refiere.
Por fortuna para el Valencia, entre los que se han salvado de esta situación está Soldado, el que alimenta de goles al equipo. En realidad, son pocos los que no han pasado alguna vez por la enfermería con la consecuencia de perderse un partido por esta circunstancia: un central, cinco centrocampistas y un punta. Rami, Parejo, Feghouli, Guardado, Bernat, Jonathan Viera y Jonas pueden presumir -cada uno en su proporción porque no todos han jugado lo mismo- de ser los físicamente más afortunados en esta plantilla. Si en alguna ocasión no han estado ni convocados ha sido por sanción o porque el entrenador de turno no lo ha considerado oportuno.
En el otro lado de la balanza, en el grupo de los más castigados -por número de partidos perdidos- el portugués Joao Pereira, Albelda, Piatti y Fernando Gago.
A Piatti se le torció la temporada cuando se rompió el cúbito y radio del brazo derecho en una chilena durante un entrenamiento. Estuvo once encuentros ausente. El problema es que nada más volver, Pellegrino lo citó una vez -fue el descartado contra el BATE- y volvió a pasar por la consulta de Jordi Candel al sufrir una microrrotura en el aductor izquierdo.
Al igual que el argentino, Gago con un importante traumatismo en la cabeza jugando con su selección y Guaita por un golpe el día del Lille en la última cita europea son lesiones que no tienen que incluirse en este paquete 'sospechoso'.
Más del doble que en 2011
Desde luego, con 24 partidos disputados, entre los 15 de Liga, los seis de Champions y los tres de Copa del Rey, el número de lesionados que tiene el Valencia duplica generosamente los que había en esta misma cantidad de partidos la temporada pasada.
Con Emery, por estas fechas, se habían registrado doce anotaciones de lesiones de las cuales únicamente seis correspondían a cuestiones musculares: Bruno, Tino Costa y Víctor Ruiz habían padecido una contractura, Ricardo Costa una microrrotura en el bíceps femoral y Diego Alves unos problemas en los isquios.
Lo mejor que puede pensar Valverde es que una vez superados los dos trámites de Liga que restan para que concluya el año, las vacaciones de Navidad servirán para recuperar a algunos efectivos y estabilizar de alguna forma la actual situación blanquinegra. El nuevo preparador físico valencianista ya se ha puesto manos a la obra.
Tener que alinear como titular a Albelda, por ejemplo, en cuatro encuentros consecutivos en dos semanas es plantear una situación casi impensable a principio de temporada. De momento, el capitán ha respondido con nota.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-12-14/valencia-demasiado-endeble-20121214.html
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