EUGENIO VIÑAS. Hoy
Sólo Jonas colaboró algo en la victoria que se trabajó casi
individualmente Guaita. El portero volvió a ser lo mejor de un equipo
rutilante y negacionista del fútbol
VALENCIA.
Qué difícil es hablar de fútbol tras el partido de anoche. Por tercera ocasión consecutiva, los jugadores del Valencia CF sacaron la peor de nuestras ideas durante 90 aburridísimos minutos. Tedio, desesperación, rubor.... ¿Es el muerto capaz de ser resucitado?
Voro dio la sensación de no intentar nada. Personalmente, le agradezco que una vez más haya dado la cara, pero el once propuesto anoche por él, cuya única novedad era la exclusión de Fernando Gago para más gloria del centenario europeo de Albelda, dejó mucho que desear. Un Gago, por cierto, del que me atrevo a destacar algún kilo de más. Debo ser el único que ha visto esto. Debe ser una paranoia después de la semana de combulsiones.
Lo más sorprendente de estos jugadores es que, a sabiendas de que el nuevo jefe estaba con la mirada puesta sobre ellos, volvieron a saltar al terreno de juego con la misma ambición los últimos enfrentamientos: ninguna. Ajenos, alienados, frente a un equipo más que flojo, flojísimo, el Valencia volvió a indignar para la causa a sus seguidores.
Revisando el partido, uno encuentra estadísticas gélidas, muy duras. A destacar: desde el momento en el que Jonas convierte un penalti que lo era, en el minuto treinta y cinco, el Valencia tarda la friolera de cuarenta minutos en volver a aparecer por el área de un Lille con menos peligro que el ‘molt honorable' Llagostera. Desde el gol, aunque termina llegando casi por inercia del juego, el Valencia no intimida en ninguna ocasión al portero del equipo francés.
El once blanquinegro de ayer volvió a negar el fútbol. Tino Costa volvió a no crear nada en el centro del campo. Los centrales volvieron a no saber sacar el balón. Valdez volvió a no aportar más que explosiones dispersas. ¿Feghouli y Guardado?
El desconcierto futbolístico de este equipo provoca desencanto. No sólo el precio de los abonos vacía Mestalla. Tratar de buscar soluciones a ese centro del campo, rutilante y bloqueado nadie sabe por qué, enerva aún más el asunto cuando uno ve que el Valencia CF propone como solución a Javi Fuego escudándose en ‘los dineros'. ¿Es que nadie recuerda ya que Cissokho ha costado 7 millones de euros? ¿Alguien en el club es capaz de valorar en oro, incienso o mirra los errores que ayer comete el lateral del Valencia?
La contracrónica del encuentro es del todo imposible ateniéndose al fútbol expuesto ayer por el conjunto che. El Valencia volvió ayer a no jugar a nada. El Lille mereció algo más que un empate, pero no. Vicente Guaita, el portero de Torrent -motivo por el cual algunos sostienen que juega en el Valencia; por su origen- volvió a demostrar cuál es su calibre. Ayer Guaita ganó para el club, con la puntual colaboración de Jonas, un millón de euros. Como si nada. ¿Algún trabajador del club, los de arriba o los de abajo, se habrá parado a darle las gracias?
El domingo el Valencia juega -si es que tiene a bien- en un pequeño infierno llamado El Sadar. Osasuna se disputa su integridad en la Liga BBVA frente a un equipo que deambula desde hace casi un mes por el césped. Valverde no tiene tiempo de mucho, así que toca confiar en los milagros. Oremos.
http://www.plazadeportiva.com/ver/1087/guaita-gana-un-millon-de-euros-para-el-valencia.html
VALENCIA.
Qué difícil es hablar de fútbol tras el partido de anoche. Por tercera ocasión consecutiva, los jugadores del Valencia CF sacaron la peor de nuestras ideas durante 90 aburridísimos minutos. Tedio, desesperación, rubor.... ¿Es el muerto capaz de ser resucitado?
Voro dio la sensación de no intentar nada. Personalmente, le agradezco que una vez más haya dado la cara, pero el once propuesto anoche por él, cuya única novedad era la exclusión de Fernando Gago para más gloria del centenario europeo de Albelda, dejó mucho que desear. Un Gago, por cierto, del que me atrevo a destacar algún kilo de más. Debo ser el único que ha visto esto. Debe ser una paranoia después de la semana de combulsiones.
Lo más sorprendente de estos jugadores es que, a sabiendas de que el nuevo jefe estaba con la mirada puesta sobre ellos, volvieron a saltar al terreno de juego con la misma ambición los últimos enfrentamientos: ninguna. Ajenos, alienados, frente a un equipo más que flojo, flojísimo, el Valencia volvió a indignar para la causa a sus seguidores.
Revisando el partido, uno encuentra estadísticas gélidas, muy duras. A destacar: desde el momento en el que Jonas convierte un penalti que lo era, en el minuto treinta y cinco, el Valencia tarda la friolera de cuarenta minutos en volver a aparecer por el área de un Lille con menos peligro que el ‘molt honorable' Llagostera. Desde el gol, aunque termina llegando casi por inercia del juego, el Valencia no intimida en ninguna ocasión al portero del equipo francés.
El once blanquinegro de ayer volvió a negar el fútbol. Tino Costa volvió a no crear nada en el centro del campo. Los centrales volvieron a no saber sacar el balón. Valdez volvió a no aportar más que explosiones dispersas. ¿Feghouli y Guardado?
El desconcierto futbolístico de este equipo provoca desencanto. No sólo el precio de los abonos vacía Mestalla. Tratar de buscar soluciones a ese centro del campo, rutilante y bloqueado nadie sabe por qué, enerva aún más el asunto cuando uno ve que el Valencia CF propone como solución a Javi Fuego escudándose en ‘los dineros'. ¿Es que nadie recuerda ya que Cissokho ha costado 7 millones de euros? ¿Alguien en el club es capaz de valorar en oro, incienso o mirra los errores que ayer comete el lateral del Valencia?
La contracrónica del encuentro es del todo imposible ateniéndose al fútbol expuesto ayer por el conjunto che. El Valencia volvió ayer a no jugar a nada. El Lille mereció algo más que un empate, pero no. Vicente Guaita, el portero de Torrent -motivo por el cual algunos sostienen que juega en el Valencia; por su origen- volvió a demostrar cuál es su calibre. Ayer Guaita ganó para el club, con la puntual colaboración de Jonas, un millón de euros. Como si nada. ¿Algún trabajador del club, los de arriba o los de abajo, se habrá parado a darle las gracias?
El domingo el Valencia juega -si es que tiene a bien- en un pequeño infierno llamado El Sadar. Osasuna se disputa su integridad en la Liga BBVA frente a un equipo que deambula desde hace casi un mes por el césped. Valverde no tiene tiempo de mucho, así que toca confiar en los milagros. Oremos.
http://www.plazadeportiva.com/ver/1087/guaita-gana-un-millon-de-euros-para-el-valencia.html
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