El jugador cántabro estudió regresar con el filial unos partidos para ponerse a punto pero el reglamento no le deja
PAU FUSTER
Es difícil no verle sonreír, su regreso ya está a la vuelta de la esquina. Sergio Canales ha comenzado a contar los días que le faltan para tener el alta médica, fijada para el próximo 8 de enero, cada vez que visita al doctor Ramón Cugat recibe buenas noticias, un ingrediente más para motivarse? pero son tantas las ganas que tiene de vestirse de corto y competir que hasta ha preguntado si podía jugar con el filial. «Son partidos, ¿no?» les comenta a sus amigos. Su intención no podrá convertirse en realidad, ya que no lo permite el reglamento al estar inscrito en la LFP con el dorsal 23 „donde no figura es en la Champions, aunque para la eliminatoria de octavos de final ya estará„ pero ese deseo habla por sí sólo de lo feliz y contento que está Canales por pertenecer al Valencia, siempre con el trabajo y la humildad como bandera. Valverde y la afición le esperan, pero con el primer equipo.
En su hoja de ruta, el cántabro ha ido cubriendo etapas y su regreso tan esperado por sus compañeros y la afición va a ser progresivo. Irá entrando a competir poco a poco. Por eso a él le vino la idea a la cabeza de comenzar teniendo unos minutos en el filial de Segunda B, no se le caían los anillos al bajar dos categorías después de vestir la camiseta del Real Madrid o jugar partidos de Champions, todo con la finalidad de poder ayudar donde sea. Él hizo la consulta para ver si su idea era posible, pero el reglamento aquí no lo permite, a diferencia de otros países como Inglaterra. Sergio está cada vez más ilusionado con su regreso, poco a poco va aumentando su participación junto al resto de compañeros en el día a día y verse ahí le da mucha energía. En siete meses que lleva trabajando en solitario, sin descanso para recuperarse de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, ha tenido momentos difíciles pero fueron excepciones, ya que es frecuente en recuperaciones así que exista un parón o aparezcan problemas musculares, pero no ha sido en su caso. Comprobar que en cada consulta al doctor Cugat le daba buenas noticias acabaron siendo impulsos positivos que le llevan a ser más fuerte con un único objetivo: volver como la vez anterior, fuerte físicamente. Con tranquilidad, pero a la vez con mucha confianza.
«Después de tanto tiempo tengo muchas ganas de volver a jugar, sé que tengo que ir con cuidado porque soy muy joven todavía y tengo que cuidarme bien, pero estoy con unas ganas locas. Espero que en un mes me puedan dar el alta, ya estoy casi entrenando todo el entrenamiento completo y la verdad es que muy bien», comentó Sergio, encantado tanto en el club como en la ciudad, de ahí que aceptara sin pensárselo dos veces su fichaje por el club blanquinegro. «Siempre he dicho que aquí estoy muy a gusto, todo el equipo me ha transmitido mucha confianza siempre, no sólo los técnicos. La afición y todo el mundo en general me da mucha confianza y por eso tengo aún más ganas de demostrar que no se equivocaron pagando lo que pagaron». La operación que ligó al Valencia a Gago y Canales en propiedad se cifró en 11´5 millones de euros, cantidad que desde todos los núcleos del valencianismo consideran que será una gran operación porque Canales contagia su ilusión.
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