Los blanquinegros se medirán al Llagostera en dieciseisavos y el Levante, que va por el lado más asequible, se enfrentará al Melilla El Valencia vuelve a caer en la parte del cuadro donde se encuentran Real Madrid y Barcelona
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
El sorteo de la Copa del Rey siempre deja análisis para todos los gustos. Es aquello de la botella medio llena y medio vacía. Para el Valencia, que se enfrentará al modesto Llagostera en busca del acceso a los octavos de final, el camino no se complica hasta los hipotéticos cuartos. Y para entonces, si los de Pellegrino cumplen sus deberes y el Real Madrid no falla, se verán las caras con el conjunto de Mourinho. Y las etapas de montaña no acabarán ahí. En caso de acceder a semifinales se toparían con el Barça, siempre y cuando los hombres de Vilanova no se hayan quedado de forma sorpresiva por el camino. El sendero hacia la final para los valencianistas irá, por tanto, oscilando de marejadilla a fuerte marejada con temporal eléctrico.
El Levante continúa con su discurso, coherente, de fijarse el objetivo único de amarrar los puntos de la Liga. Aquello de 'es la competición que nos da de comer' es una realidad como un templo. Pero esa meta no exime a los aficionados, y a los futbolistas, de soñar con hacer algo histórico en la Copa del Rey. Con el regusto amargo de la pasada edición, donde cayeron de forma clara con el Valencia tras clasificarse de manera brillante para los cuartos de final, los hombres de Juan Ignacio Martínez saben que, tras el Melilla, se abre un horizonte interesante. De pasar, al Levante le espera en los octavos de final el ganador del Real Zaragoza-Granada. Y en los teóricos cuartos Deportivo, Mallorca, Sevilla o Espanyol. Licencia para soñar, pero con los pies en el suelo.
En Mestalla prefieren no mirar más allá de los dieciseisavos de final contra el Llagostera, que se disputarán el 31 de octubre y 28 de noviembre, conscientes de que el camino se complica más adelante. La pasada temporada, tras eliminar al Levante, el conjunto valencianista se quedó a las puertas de la final al caer con el Barcelona. Los hombres de Emery no pudieron levantar el 1-1 de Mestalla y doblaron la rodilla, casi sin opciones, 2-0 en el Nou Camp. Jonas fue el autor del único gol del Valencia en aquella eliminatoria. El delantero brasileño quiso mandar, tras el sorteo de ayer, un mensaje de ambición sin pensar que, en el camino, se pueden encontrar con los dos grandes: «Para ganar títulos hay que hacer sacrificios en cualquier torneo. La Copa es corta pero tenemos el pensamiento de llegar hasta el final».
El que no quiso entrar en valoraciones a futuro fue Braulio Vázquez. El director deportivo destacó la dificultad que siempre conlleva la primera eliminatoria frente a un equipo de inferior categoría. «Sabemos que los equipos de Segunda B siempre compiten muy bien en Copa y no podemos poner las excusas de que el campo sea pequeño o tenga hierba artificial. Tenemos que ir a competir con respeto, aunque pensemos que somos los favoritos». Una declaración prudente teniendo en cuenta que en el historial del Valencia aparecen algunas eliminaciones traumáticas, contra el Novelda, Guadix, Lleida o Alicante. Aunque, las cosas como son, la Federación ya se encargó de restarle dramatismo a esta primera ronda al quitar el partido único y que la vuelta siempre se celebre en casa del equipo grande.
Si el Valencia supera al Llagostera se enfrentará al ganador de la eliminatoria que disputarán Sporting y Osasuna. De nuevo con ventaja de campo. Si logra vencer en esos hipotéticos octavos le esperará el Real Madrid, si antes el Alcoyano, o el ganador del cruce entre el Almería y el Celta, no obran el milagro. El Barça aparecería en la posible ecuación de semifinales si antes el Alavés, verdugo del Huracán Valencia, o algún equipo del sexteto formado por Córdoba, Real Sociedad, Eibar, Athletic, Cacereño o Málaga no lo impiden. El conjunto de Joaquín e Isco podrían ser el mejor 'aliado' para los de Pellegrino... o para el Real Madrid.
Pese al pesimismo que en el entorno valencianista produjo el sorteo, la historia muestra algunas razones para creer. En los dos últimos títulos coperos conquistados por el Valencia, en 2008 y 1999, los valencianistas eliminaron al Barça. Y en la primera de ellas se cumplió el mismo camino que quedó trazado ayer, pero a la inversa. Aquel Valencia de Ranieri se deshizo en cuartos del Barcelona en una eliminatoria no apta para cardíacos, 2-3 en el Nou Camp y 4-3 en Mestalla, con Claudio López como estrella. Y en semifinales, aquel histórico 6-0 en Mestalla frente al Real Madrid abrió las puertas a la final de La Cartuja. ¿Porqué no puede repetirse la combinación?
Y a esa ilusión también se agarra el Levante. Soñar es gratis cuando, en el horizonte, no aparece ninguno de los cuatro grandes de la Liga hasta semifinales. «El equipo no va a tirar ninguna competición. Quizás nos pasó un poco de factura el año pasado jugar Copa y Liga, pero somos ambiciosos, queremos llegar lo más lejos posible en todas las competiciones y vamos a ponerlo todo. Debemos tener el mayor respeto al Melilla porque ya ha habido casos de equipos de Segunda B que han eliminado a primeras», sentenció Iborra tras el sorteo.
El Melilla, lo que son las cosas, llega crecido a la eliminatoria. En la ciudad autónoma se esperaba un Real Madrid o Barça en el sorteo y, en la cuenta oficial de twitter del club, aparecieron mensajes de disgusto por tener al Levante como rival. «El más flojo de los que no podían tocar», decían muchos de ellos. En esa teórica debilidad, que muchos llamarán temeridad o bravata cuando se está hablando de un equipo que está disputando competiciones europeas, también confía su presidente. Cristóbal Sánchez no se cortó en los micrófonos de LAS PROVINCIAS Punto Radio: «Vamos a eliminar al Levante, jugar con el Granada o el Zaragoza, y hacer historia. Que su entrenador se tome un valium porque les vamos a ganar aquí y allí». Y se quedó tan pancho. Una motivación más para el orgullo levantinista.
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