JOAQUÍN BALLESTA , | VALENCIA.-
Mauricio Pellegrino ya ejerce. Llegó el martes por la noche y la misma factura que le pasó el jet lag la sufrió también Braulio Vázquez. El entrenador no podía dormir, así que llamó al secretario técnico y le preguntó si podía acercarse a su domicilio. Se reunieron y la charla se prolongó hasta pasadas las dos de la madrugada. Ayer por la tarde siguieron hablando, esta vez en Paterna, a donde se acercó también el presidente. Y del cónclave salió la primera decisión a tomar: convencer a Tino Costa para que se quede esta temporada en la plantilla.
A las ofertas que ya había por el argentino se ha unido «una muy buena, muy buena», como la definió Braulio, posiblemente del Spartak de Moscú de Unai Emery. Teniendo en cuenta que la cláusula de rescisión de Tino es de 10 millones y que el Valencia no quiso traspasarlo por los seis de una de las propuestas recibidas, todo apunta a que la última que ha llegado puede estar en ocho millones de euros. Pellegrino cuenta con él, pero el jugador quiere marcharse. El entrenador tratará de convencerlo para que se quede y el club asume que tendrá que subirle la ficha actual que percibe de 800.000 euros anuales.
Llorente, en tono irónico, dijo al marcharse que había pasado a saludar y preguntado en qué posición se hará la inversión más alta dijo que «un esfuerzo son dos millones de euros». 'Pero ahora hay dinero', se le inquirió. «Vendemos para pagar deudas», afirmó sonriendo.
Otras de las conclusiones de la reunión fue que el medio centro que se fiche deberá ser polivalente para poder actuar también como central. ¿Bruno Soriano? Interrogado el secretario técnico sobre las opciones de Osvaldo y Gameiro respondió: «El delantero que venga se tendrá que amoldar a nuestros contratos». Ambos futbolistas perciben un salario elevado, muy por encima del techo del Valencia. Ancelotti declaró ayer que Gameiro le ha pedido abandonar el PSG.
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