Mauricio Pellegrino tendrá que echar mano de la cantera blanquinegra por necesidad. Sea más o menos un técnico que apueste por los jóvenes, el proyecto que le presentó el Valencia y que aceptó tiene una premisa: se quiere tener sólo 21 jugadores profesionales y hasta completar las 25 fichas, canteranos. No hay tintes poéticos en la fórmula, cuestión económica. Hay que rebajar el coste de la plantilla y con la subida del IRPF no queda otra que aligerar efectivos. Cuenta eso sí Pellegrino con una ligera ventaja: ya fue entrenador de varios de los chavales de la escuela, entre ellos dos de los llamados a quedarse en el primer equipo o marcharse en calidad de cedidos, como son Paco Alcácer y Bernat.
El Valencia, hablamos de la secretaría técnica, no tomará decisión alguna sobre ambos canteranos hasta que Pellegrino lo diga. Ambos harán, una vez regresen del Europeo Sub-19, la pretemporada bajo sus órdenes y después se tomará una solución a cada caso. Lo que está claro por las dos partes (club-jugadores) es que la etapa de ambos en el filial (Segunda B) dio a su fin y tampoco deben quedarse en el Valencia de comparsa. Necesitan minutos y si no los van a tener aquí con mayor o menor regularidad, se les buscará destino.
Bajo sus órdenes. No son Alcácer y Bernat los únicos jugadores de la escuela blanquinegra que ya tuvo a sus órdenes Mauricio Pellegrino. Cabe recordar que el argentino fue técnico del Cadete B en la temporada 2007/2008. De aquella hornada de jóvenes jugadores -la mayoría procedentes del Infantil- A permanecen en la disciplina del Valencia hasta siete más. Todos ellos en edad ahora juvenil, aunque además de Alcácer y Bernat, Adrián Lluna (portero) y Roberto Ibáñez (centrocampista) también han dado el salto ya al filial en Segunda B. Los otros canteranos que tuvo el Flaco a sus órdenes en sus primeros pasos como técnico y que ahora militan en el Juvenil A son: Moros, Agus, Juanra, Borja y Dani.
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