Los héroes del ascenso
Los hijos del desaparecido Sixto Casabona realizaron el saque de honor en el partido conmemorativo del 25 aniversario del ascenso del Valencia a Primera División (temporada 1986-87), que coincidió con el 89 del campo de Mestalla. El conjunto valencianista se enfrentó al Levante, venciendo por 3-1. Alfredo di Stéfano no pudo asistir por motivos de salud.
LAS PROVINCIAS vivió la primera parte del encuentro en el banquillo blanquinegro, junto al preparador físico del ascenso, Jesús Paredes. Salvador Martí puso el carnet, Ciraolo hizo de Carcedo y Salva Revert, más activo, ejerció de Emery.
Sobre el césped volvieron la seguridad de Arias, la contundencia de Voro y Giner, la clase de Fernando y la inteligencia de Subirats. Eso sí, todos un poquito asfixiados. El más incisivo volvió a ser Jon García con sus correrías; vino desde Bilbao. Es padre de tres niñas -no sabe hacer niños-, y se dedica a la publicidad en videomarcadores de estadios. Lleva los de San Mamés y el Vicente Calderón.
Algunos valencianistas no pudieron participar por lesión, aunque sonó a excusa. Paco Camarasa tiene sobrecarga en el pubis, de tanto ir en moto. Tendillo, con lumbalgia por recoger naranjas, se reservó para la paella. Sempere, mudo.
El Levante dio la cara, con Félix Carvallo poniendo orden atrás, secundado por Mascarell. En la medular se acusó en exceso la ausencia de Latorre y en ataque sólo Chuli inquietó la portería valencianista. Tras lo de ayer, peligra la continuidad de Agustín como entrenador; le faltan conocimientos tácticos y estratégicos, y le sobran kilos.
Entre los azulgrana también hubo escaqueos. Las malas lenguas aseguraron que Latorre aún está celebrando la clasificación europea. El que se ha acomodado definitivamente es Juanjo Rodri, ha colgado las botas y prefirió ver el espectáculo sentado en el palco, a la sombrita, fresquito.
Jesús Paredes se reencontró con Barri (Fernando Gómez), al que bautizó así porque siempre golpeaba el balón con el interior en la época de José Barrionuevo como ministro del idem. Recordando anécdotas de Di Stéfano, Paredes provocó carcajadas en el banquillo. «Alfredo se ponía nervioso con varios jugadores. Decía 'Ferrando, Nando, Fernando; Ferrando, Fernando, Nando... ¡y la madre que los parió!'».
Arbitró Miró Pastor, alias 'Casi-miro'. Y es que mira pero no ve. Con menos pelo que una bombilla, presentó un look casi de disfraz, luciendo un pantalón que estaba entre el bombacho de toda la vida y la minifalda. No mostró tarjetas; no cotizaban a la Federación.
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